𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.

𝟎𝟐| Momento incómodo

⋆˚࿔ʚ Momento incómodo ɞ˚࿔⋆

Meredith se esforzaba por recordar la cara del muchacho al que había salvado de Dudley y sus amigos, pero era inútil. Tenía una imagen vaga de sus lentes redondos y graciosos, pero su rostro se le escapaba por completo. No había podido acercarse a él desde aquel día, y aunque lo había buscado varias veces en el parque o el patio delantero, nunca lo había vuelto a ver. Era como si hubiera desaparecido. Solo quedaba el odioso de su primo, Dudley, con su habitual grupo de tontos.

Los días pasaban y el recuerdo del encuentro se desvanecía poco a poco. Sin embargo, Meredith seguía pensando en él, tratando de aferrarse a esa imagen borrosa de los lentes.

«Tienes que dejar de llamarlo el muchacho de lentes graciosos», se reprendió a sí misma mientras sonreía sin darse cuenta.

Una mañana, mientras estaba inmersa en sus pensamientos, la puerta de su habitación se abrió de golpe, sorprendiendo a Meredith.

—Tu cabello —la voz cortante de Severus Snape la sacó de su ensoñación. Su padre la observaba con los ojos entrecerrados—. No creas que soy ciego para no darme cuenta. ¿Te lo has cortado tú?

Meredith intentó ocultar los mechones cortos detrás de su oreja, pero ya era demasiado tarde.

—Oh, sí, me lo corté. ¿No crees que me queda hermoso?—respondió con una sonrisa nerviosa.

—Está horrible, para ser sincero —replicó Severus sin rodeos.

Meredith abrió la boca sorprendida, pero sabía que tenía razón. Su cabello realmente era un desastre.

—¡Pero ha quedado divino! —intentó bromear.

—Ya, Meredith —la voz de Severus se hizo más grave, aunque no estaba gritando—. Respóndeme con la verdad.

Meredith sintió un escalofrío al ver la severidad en la expresión de su padre. Tragó saliva y decidió enfrentar la situación.

—Verás, pensé que un cambio de look no me vendría mal y… ¡mira! Esto es lo que ha pasado —sonrió, tratando de disimular sus nervios.

—La. Verdad. Meredith.

—¡Es la verdad! —se defendió, pero la mirada penetrante de Severus la hizo dudar.

—No sabes mentir —él suspiró, masajeándose el puente de la nariz, claramente frustrado—. ¿Fueron ellos?

Meredith bajó la mirada, evitando el contacto visual.

—¿Quiénes ellos? —se hizo la desentendida.

—Ellos, Piers, Malcolm, el insolente de Dudley… ¿fueron ellos?

Antes de que Meredith pudiera responder, un sonido en el buzón de la puerta principal interrumpió la conversación. Ella supo de inmediato lo que era y salió corriendo, bajando las escaleras a toda prisa. Agarró el sobre y, emocionada, gritó:

—¡Por Merlín! ¡Ya está aquí!

Meredith se lanzó hacia el sillón, abriendo con ansiedad el sobre de pergamino amarillento. Las palabras estaban escritas con tinta verde esmeralda, sin sello. Comenzó a inspeccionar el sobre y notó el sello de lacre púrpura con el escudo de Hogwarts. Era increíble; era lo que había soñado.