𝟐𝟔| La madriguera

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⋆˚࿔ʚ La madriguera ɞ˚࿔⋆

—¿Qué me ves?—preguntó Meredith, mientras Ron y Harry hablaban.

—Sabes que tienes el cabello como un espantapájaros, ¿Verdad?—dijo Fred.

—¡Ey!—Meredith lo miró mal, era verdad, no se había arreglado porque solamente iba a dormir.

Fred se rió y George no entendió, pero Fred le contó y los dos se burlaron, mientras Meredith se sonrojaba.

—Deja de decir tonterías—dijo Ron—. Hemos venido para llevarte a casa con nosotros.

—Pero ustedes tampoco pueden utilizar la magia para sacarme...

—No la necesitamos—respuso Ron—. Recuerda a quién he traído conmigo.

Fred dejo de reírse de Meredith y saco un cabo de cuerda.

—Ata esto a la reja—dijo Fred.

—Si los Dursley se despiertan, me matan—comentó Harry, atando la soga a uno de los barrotes.

—No te preocupes, no lo vamos a permitir—dijo Meredith, mirando por la ventanilla.

El coche aceleró más y más, y de pronto, con un sonoro crujido, la reja se desprendió limpiamente de la ventana mientras el coche salía volando hacia el cielo. Harry corrió a la ventana y vio que la reja había quedado colgando a sólo un metro del suelo. Entonces Ron fue recogiendo la cuerda hasta que tuvo la reja dentro del coche.

Cuando Ron dejó la reja en el asiento trasero, a su lado, Fred dio marcha atrás para acercarse tanto como pudo a la ventana de Harry.

—Entra—dijo Ron.

—Pero todas mis cosas de Hogwarts... Mi varita mágica, mi escoba...

—¿Dónde están?—preguntó Meredith.

—Guardadas bajo llave en la alacena de debajo de la escalera. Y yo no puedo salir de la habitación.

—No te preocupes—dijo George desde el asiento del acompañante—. Apártate de ahí, Harry.

Fred y George entraron en la habitación de Harry trepando con cuidado por la ventana. George se sacó del bolsillo una horquilla del pelo para forzar la cerradura. Meredith rió porque ellos sí parecían espías.

—Muchos magos creen que es una pérdida de tiempo aprender estos trucos muggles—observó Fred—, pero nosotros opinamos que vale la pena adquirir estas habilidades, aunque sean un poco lentas.

Se oyó un ligero «clic» y la puerta se abrió.

—Bueno, nosotros bajaremos a buscar tus cosas. Recoge todo lo que necesites de tu habitación y ve dándoselo a Ron y a Meredith por la ventana—susurró George.

—Tened cuidado con el último escalón, porque cruje—les susurró Harry mientras los gemelos se internaban en la oscuridad.

Harry fue agarrando sus cosas de la habitación y pasándoselas a Ron y a Meredith a través de la ventana. Luego ayudó a Fred y a George a subir el baúl por las escaleras. Meredith oyó toser a alguien.

𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora