𝟐𝟐| Campeona

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⋆˚࿔ʚ Campeona ɞ˚࿔⋆

Meredith se sentó en el aula grande, donde el calor era sofocante, pero esta vez con una determinación inquebrantable. Aunque los nervios seguían presentes, había pasado noches enteras estudiando y estaba lista para enfrentar los exámenes.

—Puedes hacerlo, Meredith —se dijo a sí misma, tomando la pluma encantada que le habían dado.

Sabía que su padre, Severus Snape, tenía expectativas muy altas, pero esta vez no permitiría que el miedo la dominara. Respiró hondo y comenzó con el examen de Encantamientos.

La prueba consistía en hacer que una piña bailara claqué sobre el escritorio del profesor Flitwick. Meredith levantó la varita con confianza y, tras un pequeño movimiento de muñeca, la piña empezó a moverse con gracia, siguiendo un ritmo perfecto. Al terminar, el profesor Flitwick la miró con una sonrisa amplia.

—Excelente trabajo, señorita Grindelwald, verdaderamente impresionante.

Meredith sintió una ola de alivio. Había pasado el primer obstáculo.

El siguiente examen fue el de Transformaciones con la profesora McGonagall. Tenían que convertir un ratón en una caja de rapé, y aunque sabía que esto solía poner nerviosos a muchos estudiantes, Meredith se concentró en cada paso. Su varita se movió con precisión, y el ratón se transformó en una caja perfecta, sin rastro de bigote o patas.

—Muy bien, señorita Grindelwald —dijo McGonagall, asintiendo con aprobación—. Este es el tipo de trabajo que espero de una estudiante de su nivel.

Con dos exámenes completados con éxito, Meredith se sintió más confiada al entrar al aula de Pociones. Sabía que este sería el más difícil, ya que su padre no mostraría favoritismo alguno. Sin embargo, no dejó que la presión la afectara. Con movimientos cuidadosos y calculados, preparó la poción para olvidar, asegurándose de seguir cada paso al pie de la letra.

Cuando terminó, la poción brillaba con el color exacto que debía tener. Snape se acercó, observando su trabajo en silencio durante unos segundos que parecieron una eternidad.

—Adecuado, como se esperaba —dijo finalmente, con una leve inclinación de cabeza.

Era un cumplido sutil, pero viniendo de Snape, significaba mucho más.

El último examen fue Historia de la Magia, un tema que a Meredith siempre le había costado. Sin embargo, esta vez se concentró en cada palabra, respondiendo a las preguntas con claridad y recordando los detalles que había repasado tantas veces. Cuando el profesor Binns anunció que dejaran sus plumas, Meredith sintió una mezcla de alivio y satisfacción.

—Esto ha sido mucho más fácil de lo que pensé —dijo Hermione cuando se reunieron en el parque soleado.

—No necesité haber estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de Elfrico el Vehemente —continuó, sonriendo.

Meredith sonrió también, pero esta vez con una confianza renovada. Se dejó caer bajo un árbol junto a Ron y Harry mientras los gemelos Weasley y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos de un calamar que tomaba el sol en los cálidos bajíos. El sol calentaba su piel, y por primera vez en semanas, Meredith sintió que podía relajarse.

—Ves, te lo dije. Lo hiciste genial —dijo Ron, dándole un suave empujón.

—Gracias —respondió Meredith, dejando que la tensión finalmente se desvaneciera.

Meredith se estaba aburriendo un poco, así que miró a Harry, Hermione y Ron antes de decirles:

—Voy a dar una vuelta, ya vuelvo.

𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora