𝟎𝟖| Él es mi...

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˚࿔ʚ Él es mi... ɞ˚࿔⋆

El viernes por la mañana, Meredith y Hermione estaban discutiendo cuál hechizo era mejor para acabar con un troll, pero luego cambiaron de tema y hablaron sobre cómo desaparecía la comida.

Se sorprendieron al ver a Harry y Ron en el Gran Comedor a esa hora, pero se sentaron juntos y comenzaron a comer. Meredith y Hermione se miraron y se encogieron de hombros.

—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Harry.

Ron estaba echando azúcar a sus cereales, Hermione mordisqueaba un emparedado, mientras Meredith bebía jugo de naranja.

—Pociones dobles con los Slytherin. Snape es el jefe de la casa de Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos...

No terminó de hablar cuando Meredith comenzó a toser. Hermione trató de ayudarla. Meredith no había hablado con su padre en los últimos cuatro días; o mejor dicho, él la había ignorado cada vez que ella intentaba acercarse a él. Era su oportunidad para acercarse a él.

En la clase de Pociones, Snape no miró a Meredith ni siquiera cuando ella levantaba la mano para responder, lo que la entristeció. Las clases de Pociones se llevaban a cabo en una mazmora. Hacía mucho frío y era tétrico ver todos esos animales conservados flotando en frascos de vidrio por las paredes.

El profesor Snape, al igual que Flitwick, comenzó la clase pasando lista. Se detuvo dos veces, en los nombres de Meredith y Harry. Pero, a diferencia de Harry, a Meredith ni siquiera le dirigió la palabra.

—Ah, sí. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.

Draco y sus amigos comenzaron a reírse, tapándose la boca.

—Están aquí para aprender la sutil ciencia y exacto arte de hacer pociones. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes dudarán de que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñarles cómo embotellar la fama, preparar la gloria e incluso detener la muerte... Si son algo más que los alcornoques que habitualmente tengo que enseñar.

Hermione estaba lista para demostrar que ella no era un alcornoque.

—¡Potter! —dijo de pronto Snape—. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíz de asfódelo a una infusión de ajenjo?

Hermione levantó rápidamente la mano.

Meredith sabía la respuesta. Trató de susurrarle la respuesta a Harry, pero Snape la miró con sus ojos fríos y vacíos, haciéndola callar y mirar al suelo. Harry la miró, tratando de que ella lo ayudara, pero vio que ella quedó inmóvil.

—No lo sé, señor.

Snape sonrió con burla.

—Bah, bah... Es evidente que la fama no lo es todo.

No hizo caso a la mano levantada de Hermione.

—Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías un bezoar si te pido que me encuentres uno?

𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora