𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.

𝟎𝟏| Inesperado | acto 1

Harry Potter y La piedra filosofal
⋆˚࿔ʚ Inesperado ɞ˚࿔⋆

Meredith estaba leyendo en la biblioteca de la casa, la biblioteca no era tan grande, no tan grande como ella quisiera, pero tenía lo suficiente para no aburrirse. Ya había leído varios libros, entre ellos, la historia de Hogwarts, los hechizos más comunes y las maldiciones imperdonables, también muchos libro de pociones de su padre.

Se estiró y siguió leyendo el libro sobre los trolls de las montañas, era aburrido, pero era mejor que hacer la tarea. Levantó su vista para tratar de encontrar algo mejor que leer.

—Esos ya los leí—Siguió buscando—. Aquellos también, ah, que aburrido.

Se puso de pie, recolectando su cabello en una coleta alta, decidía a encontrar un libro interesante y que no haya leído.

Pasaron algunos segundos cuando pudo ver un libro de criaturas mágicas, se suponía que ese era de su padre, pero, el no se enteraría que ella lo leyó, no si no la encontraba.

Tomó el libro de color rojo carmesí, mientras lo abría, tosiendo por el polvo que tenía acumulado en su interior. Sin darle importancia, comenzó a leer, hasta que terminó en la sección de unicornios, le parecía genial, pero no más que los fénixs.

—¡WOW!—Chilló emocionada al ver al fénix majestuoso.

Leyó entretenida, sin darse cuenta de que en una parte del libro se había caído una nota, muy vieja. Bajó su mirada y levantó el trozo de papel, viendo la caligrafía legible y muy linda.

—¿Qué es ésto?—Abrió la nota—.Oh.

Su rostro se distorsiono a medida que leía más y más, la arrugó rápidamente y la guardo en su bolsillo. No sabía quién la había escrito, pero seguramente era Dumbledore, era evidente, o eso creía ella.

Mientras alcanzaba poner el libro en su lugar, la puerta principal emitió un sonido, mejor dicho, alguien emitió un sonido. Su piel se erizo, tenía que ser rápida o la iban a encontrar en la biblioteca.

La puerta de la biblioteca se abrió, dejado ver a un hombre de túnica negra, cabello negro como el color de sus ojos, sin expresión en sus ojos.

—La cena está en la mesa—Dijo mirando el lugar, sospechando algo, pero luego paso su mirada hacia ella-.Baja ya, antes que se enfríe.

Y sin decir más, salió, cerrando la puerta.

En la cena, reinó el silencio, el ambiente era incómodo, pero no mucho. Al terminar Meredith se preparó para dormir, pero no pudo. Estaba tan emocionada, por que mañana era el día especial, mañana comenzaría una nueva etapa para ella.

Cuando los rayos de sol atravesaron su ventana, se removió incómoda por el brillo de la luz, dudó en despertarse, pero su cuerpo se llenó de emoción, no podía quedarse dormida cuando iba a suceder algo importante.

Saltó de la cama y corrió a darse una ducha, desayunar y sentarse al frente de la puerta, esperando el correo. Espero unos segundos, unos cuantos minutos, hasta que llegaron a ser dos horas.

—Puedes esperar en el sillón o en tu habitación, ¿Sabes?—La voz tensa de su padre resonó en toda la casa.

—Prefiero esperar aqui.

—Como tú quieras—Rodó los ojos al saber que no la haría cambiar de opinión—aunque aún faltan algunos días para que llegue la carta.

—Tal vez llegue antes...

Eran las diez de la mañana, ya casi eran las once, pero ella seguía esperando pacientemente ahí, en las escaleras. De vez en cuando se asomaba por la ventana en busca de una lechuza o un elfo, algo.