𝟐𝟗| Familia desconocida

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⋆˚࿔ʚ Familia desconocida ɞ˚࿔⋆

En la mansión Grindelwald, ubicada en las montañas de Bulgaria, el ambiente estaba cargado de tensión. Vinda Rosier, con su cabello oscuro y su expresión furiosa, se encontraba en el vestíbulo principal. Su enfado era palpable y resonaba en cada palabra que pronunciaba.

—¿Cómo te atreviste, Gellert? —gritó, su voz resonando en las paredes de piedra—. No era la manera de traer a Meredith.

Gellert la miró con una mezcla de cansancio y determinación. Sus ojos, siempre tan intensos, mostraban una chispa de resignación.

—Lo importante es que ya está aquí con nosotros. Vamos, tenemos que llevarla a su habitación.

—A la habitación de Giselle —corrigió Vinda con frialdad—. Pero ahora es de ella. Súbela con cuidado, Gellert.

Gellert asintió y, con sumo cuidado, levantó a Meredith, quien dormía plácidamente. La llevó por los amplios y oscuros corredores de la mansión hasta la antigua habitación de su hija, Giselle. Vinda lo siguió de cerca, sus pasos resonando en el suelo de piedra.

Cuando llegaron a la habitación, Gellert depositó a Meredith con suavidad en la cama. La luz tenue de las velas iluminaba la sala, creando una atmósfera melancólica. Vinda se acercó, observando a Meredith.

—Se parece tanto a ella...—murmuró Vinda, una sonrisa nostálgica apareciendo en su rostro. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver las facciones familiares en la joven dormida.

—Mucho, es igual a ella y a Jhezuz—dijo Gellert, acercándose a Vinda y poniéndole una mano en el hombro—. La presencia de Meredith aquí nos recuerda a Giselle y a nuestro hijo.

Vinda asintió, pero su mirada se suavizó al recordar el motivo detrás de la llegada de Meredith. A pesar de la ternura que sentía hacia la joven, no podía olvidar el dolor de la pérdida de su propia nieta.

—¿No había nadie con ella? —preguntó Vinda, su voz cargada de una curiosidad preocupada.

—No —respondió Gellert, aunque la mentira estaba claramente dibujada en su rostro. La verdad era que habían tenido que tomar a Meredith por su cuenta, sin el conocimiento de otros en esa casa.

Después de un momento de silencio, Vinda y Gellert se sentaron juntos en el sofá frente a la cama de Meredith.

—Recuerda, ella está aquí porque extrañamos a Giselle—dijo Gellert, su voz bajando a un susurro—. Meredith nos recuerda a ella de una manera que nadie más podría, ni siquiera Caly, Mell o Benjamín.

Vinda se inclinó hacia adelante, mirando a Meredith con una mezcla de tristeza y esperanza.

—Sí, es como si Giselle estuviera de vuelta, al menos un poco—dijo Vinda—. Pero tenemos que ser cuidadosos. No sabemos lo que el futuro nos depara con ella, y no podemos permitirnos errores.

El eco de las voces de Vinda y Gellert se perdió en el silencio de la mansión, mientras Meredith permanecía en su sueño.

Meredith se despertó sobresaltada, cubriéndose los ojos para bloquear la luz del sol que se filtraba a través de las cortinas. Confundida, abrió los ojos lentamente, esperando ver las familiaridades de la casa de los Malfoy o los detalles acogedores de la casa de los Diggory. Sin embargo, lo que la rodeaba era completamente diferente: un dormitorio lujosamente decorado, con paredes cubiertas de tapices antiguos y muebles tallados en madera oscura que destilaban una opulencia fría. El aire olía a cera de velas y madera pulida, y una sensación de inquietud comenzó a crecer en su pecho.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora