𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.

𝟏𝟕| Me interesa el Quidditch

⋆˚࿔ʚ Me interesa el Quidditch ɞ˚࿔⋆

Mientras Meredith se dirigía al campo de Quidditch, su mente estaba ocupada con la tarea de Transformaciones que McGonagall había dejado. Había intentado pedirle ayuda a Hermione, pero ella estaba demasiado ocupada, ademas, Ron ni siquiera la había hecho, Jeshia tampoco, así que su última opción fue Harry. Sabía que estaba en su práctica de Quidditch, pero necesitaba esa tarea cuanto antes.

Al llegar al campo, vio a los jugadores de Gryffindor volando por el aire, entrenando para el próximo partido. Reconoció a Harry de inmediato, su cabello negro desordenado y sus gafas lo hacían inconfundible. Sin pensarlo dos veces, Meredith comenzó a correr hacia él, agitando una mano para llamar su atención. Cuando Harry la vio, descendió de su escoba y aterrizó suavemente en el suelo. Con él estaba el capitán de Gryffindor, Oliver Wood.

Oliver Wood había sido un nombre que Meredith había escuchado en múltiples ocasiones. Los gemelos Weasley y Harry hablaban de él constantemente, describiéndolo como un líder apasionado por el Quiddich y muy estricto. Sin embargo, nunca lo había visto de cerca. Mientras se acercaba, sus ojos se posaron en Oliver, y de repente todo lo demás pareció desvanecerse.

Él era mucho más alto de lo que había imaginado, con una presencia imponente y segura. Su cabello castaño oscuro caía ligeramente sobre su frente, y sus ojos brillaban con determinación. Meredith se quedó mirándolo, sintiendo que su corazón latía un poco más rápido. No, no solo era guapo, era hermoso.

Sintió que un leve rubor coloreaba sus mejillas, pero rápidamente apartó la mirada y se centró en Harry, recordando por qué había ido allí en primer lugar. Sin embargo, la imagen de Oliver permaneció en su mente, grabada con una nitidez inesperada.

Meredith tragó saliva y se obligó a apartar la vista de Oliver, aunque sentía que sus ojos querían volver a él constantemente. Se concentró en Harry, quien estaba guardando su escoba, y decidió hablar antes de que su nerviosismo la traicionara.

—Harry—comenzó, tratando de sonar lo más normal posible—. ¿Podrías prestarme la tarea de Transformaciones? Hermione está ocupada y no ha podido terminarla.

Harry, siempre amable, le sonrió.

—Claro, Meredith, no hay problema. ¿La necesitas ahora?

Meredith asintió, pero su atención fue inevitablemente atraída de nuevo hacia Oliver, que estaba ajustando las correas de su escoba con una concentración total. Se preguntó qué pensaría él de ella, si siquiera la había notado.

Intentando disimular, volvió a enfocarse en Harry.

—Gracias, Harry. Te prometo que la devolveré rápido—dijo, aunque su mente seguía dividida entre la conversación y la figura de Oliver a pocos pasos de ellos.

Harry le entregó un pergamino y una pluma, sin darse cuenta de la distracción de Meredith. Meredith ni siquiera se dió de cuenta de dónde lo había sacado.

—No hay prisa, Meredith. Puedes quedártela el tiempo que necesites—respondió, siempre generoso.

Mientras Harry hablaba, Meredith sintió que su mirada se deslizaba una vez más hacia Oliver. El capitán de Gryffindor levantó la vista por un momento y sus ojos se encontraron con los de Meredith. Ella sintió una sacudida en el estómago, como si el tiempo se hubiera detenido.