𝐈 𝐀𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 | Harry Potter.

𝟏𝟏| La pesadilla

⋆˚࿔ʚ La pesadilla ɞ˚࿔⋆

Meredith se sacudió en la cama, el sudor frío empapando su frente mientras los ecos de su pesadilla aún resonaban en su mente. En el sueño, había visto a una mujer envuelta en llamas verdes, gritos de agonía acompañando el espectáculo infernal. La visión la había dejado temblando y desconcertada.

—Fuego verde...—susurró viendo hacia el espejo que estaba al frente de su cama.

Se incorporó, tratando de recobrar el aliento y observar el reloj de la mesita de noche. Era de madrugada, y la habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la luz de la luna que se colaba a través de las cortinas. Meredith trató de levantarse, pero se sintió mareada y débil, como si el sueño la hubiera dejado sin energía.

Mientras intentaba enfocar la vista, tropezó con algo en el suelo. La habitación estaba en completo silencio, salvo por el suave resoplido de Hermione, que dormía profundamente en la cama de al lado. Meredith se inclinó para recoger el objeto, pero al hacerlo, no se dio cuenta de que estaba empujando varios objetos de un estante cercano.

Un estrépito llenó la habitación cuando las cosas cayeron al suelo. Meredith se quedó paralizada, sin saber qué hacer mientras las piezas de vidrio y otros artículos se estrellaban contra el suelo. Despertó a Hermione, que se incorporó de inmediato, confundida y alarmada.

—Meredith, ¿qué está pasando? —preguntó Hermione con voz somnolienta.

Meredith trató de recoger los objetos caídos, pero el mareo no le permitió moverse con agilidad. Las gemelas Patil, Parvati y Padma, que compartían la habitación con ellas, se despertaron por el ruido y comenzaron a quejarse.

—¿Qué has hecho? —exclamó Parvati con enojo—. ¡Esos eran artículos muy importantes para nosotras!

Padma, igualmente enfadada, se unió al reclamo—. ¿Por qué siempre tienes que ser tan torpe? ¡No podemos tener nada aquí sin que lo arruines!

Meredith se sintió completamente desolada. No solo estaba lidiando con el malestar físico y emocional de la pesadilla, sino que ahora se encontraba en medio de una situación que solo empeoraba su estado de ánimo. Intentó disculparse, pero las gemelas ya estaban demasiado furiosas para escuchar.

—Lo siento mucho, de verdad. No era mi intención —dijo Meredith con la voz temblorosa—. Estoy… estoy realmente mal, en serio, no fue mi intención, ...lo sient...

—¡Claro sigue diciendo «lo siento», como si eso lo solucionara! —dijo Parvati con desdén—. Estas cosas eran muy importantes para nosotras. ¡Todo está arruinado ahora!

Padma agregó—: ¿Sabes qué? Vamos a hablar con la profesora McGonagall. Esto no puede seguir así.

Las gemelas salieron de la habitación a toda prisa, sin dar oportunidad a Meredith para ofrecer más disculpas. Hermione, aún adormecida, se acercó a Meredith y le puso una mano en el hombro, Hermione le miro las piernas de Meredith, que tenían algunas cortadas por los vidrios que se cayeron.

—No te preocupes, Meredith. Lo importante es que estés bien —dijo Hermione, aunque su tono era algo preocupante—. Vamos a arreglar esto y a curarte.

Poco después, Hermione y Meredith se fueron a la sala común de Gryffindor, esperando que las gemelas regresaran. Minutos más tarde, Parvati y Padma llegaron acompañadas por la profesora McGonagall, que se veía muy seria.