Se cuenta que al inicio de la creación había un ángel cuya pasión por la libertad y sus ideales liberales lo hicieron ser conocido como un alborotador.
Sin embargo, este ángel se enamoró profundamente del Doncel creado por Dios.
En un intento de c...
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-Charlie, te queremos bastante, y no queremos que te pongas en peligro por esas personas tan... -Alastor fue rápidamente interrumpido por un gran temblor que sacudió el suelo.
Lucifer, rápido y alerta, tomó a su esposo de la cintura con fuerza, protegiéndolo mientras su mirada se desviaba hacia la ventana. Una sonrisa de victoria se dibujó en su rostro al ver a varios mafiosos golpeando con furia la puerta del hotel.
-¿Lo ves? Ahí lo tienes. -comentó Lucifer, abriendo un portal con un simple gesto para que todos pudieran pasar.
Desde fuera, los mafiosos llamaban con desesperación el nombre de Vox, pero no recibían respuesta. De repente, bolas de fuego comenzaron a ser disparadas por todo el hotel, causando estragos y empezando a dañar la estructura.
-¡LAS VENTANAS NO! -gritó Niffty, corriendo de un lado a otro, desesperada por intentar salvar algo.
-¡En otro momento, bonita! -dijo Alastor, lanzándola rápidamente a los brazos de Angel para que no fuera alcanzada por los proyectiles. En ese mismo instante, apartó a su hija de una bola de fuego que casi la alcanzaba. - ¡Carajo! ¡Vayan a un lugar seguro!
Lucifer, mientras tanto, observaba el caos con una mueca divertida.
-¿Lo ves? Esto es justo lo que te estaba diciendo, Charlotte. Construyes algo bonito, invitas a la gente, les ofreces de todo... y ellos solo traen caos y destrucción a tu puerta. -se burló, mientras ajustaba su sombrero con calma.
-¡Lucifer, cállate y haz algo! -rugió Alastor, su paciencia agotada.
-No importa lo bien intencionada que seas, nena, te van a decepcionar. -respondió Lucifer, mirando a su hija con desdén.
Charlie, llena de ira, sintió su frustración aumentar al oír a su padre hablar de esa manera.
-¡Vayan todos a una zona segura! Yo los detendré. -gritó Vaggie, tomando una lanza entre sus manos con determinación.
-No lindura, déjamelo a mí. -intervino Rot, bajando la lanza de la albina con delicadeza, pero firmeza. -Es hora de que sepan por qué soy YO el único que sirve a los MorningStar sin un collar alrededor de mi cuello.
Con esas palabras, el demonio dejó que varios tentáculos negros emergieran de su espalda, envolviéndose en una oscuridad densa mientras desplegaba enormes alas hechas de sombras, elevándose por el aire.
-¡Eso es! -gritó Alastor con una amplia sonrisa de satisfacción.
-¡Un recordatorio para todo el infierno! ¡No deben meterse con las propiedades de SUS REYES! -bramó Rot, mientras sus tentáculos se lanzaban hacia los mafiosos, descuartizándolos y acabando con ellos sin piedad.
Lucifer asintió con aprobación, su sonrisa arrogante volviendo a aparecer.
-¿Lo ves? ¿Qué te dije, Charlotte? Esta gente es violenta, psicópata, sedienta de causar el mayor dolor y destrucción posible.
