|Cap 9|

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—Paz Infernal—

Rot, el mayordomo familiar, guardián del Doncel del Rey, futuro cuidador de la Princesa Charlie y un gran guerrero para el exterminio, era espectador de todo el exterminio a altas horas de la noche, algunos exterminadores ya se habían ido mientras...

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Rot, el mayordomo familiar, guardián del Doncel del Rey, futuro cuidador de la Princesa Charlie y un gran guerrero para el exterminio, era espectador de todo el exterminio a altas horas de la noche, algunos exterminadores ya se habían ido mientras los demonios aun temblaban de miedo en sus refugios.

Rot no era viejo, era demasiado joven para los milenios que había vivido. Pero ¿cómo no ser joven si fuiste creado por el primer doncel? Una sombra hecha de carne, huesos y almas. Sus orejas se levantaron al sentir la presencia de la reina de la gula detrás de él.

-¿Señorita Beelzebub? -pregunto el cuidador girándose viendo como la mayor tenia unas gotas de sudor en su mejillas.

-Shhh. -dijo colocando una de sus garras sobre sus labios.

Rot, confundido, empezó a escuchar una dulce melodía proveniente del balcón del palacio.

El inframundo era un lugar de sombras y caos, donde la tranquilidad era un bien escaso y preciado. En medio de esta oscuridad, el canto del doncel resonaba como un faro de esperanza. Alastor, con su porte majestuoso y su belleza inigualable, comenzaba a entonar una melodía para su hijo y su pueblo.

Lucas 15 -Darviin- "El niño de mamá" 

-El niño de mamá tiene que ir a dormir, pues cansadito está él de tanto vivir. Sus fuerzas se agotaron llegando a su fin, el mundo se ha encargado de hacerlo sufrir. -empezó el bello canto del doncel a su hijo y a su pueblo.

-El niño de mamá. -repitió una sombra, observando cómo las orejas de cabra del príncipe se movían ligeramente al ritmo de la melodía.

-Tiene que ir a dormir. -cantó Alastor, dejando que la brisa infernal moviera su cabello con suavidad.

-Tiene que ir a dormir. -ecoó la sombra.

-Pues cansadito está. -Alastor fijó su mirada en su tembloroso hijo, Caín, quien tenía vendas en la espalda debido a recientes heridas.

-Cansadito está. -repitió la sombra. Caín comenzó a relajarse, dejando de temblar poco a poco.

-El de tanto vivir. -cantó Alastor, su voz llena de ternura.

-El de tanto vivir. -coreó la sombra.

En ese momento, Lucifer, el rey del infierno, apareció al costado de su doncel e hijo, sonriendo y cubierto de sangre angelical. Su presencia imponente añadía un toque de majestad a la escena.

-Perdido estaba yo, más tú fuiste por mí. Noventa y nueve atrás dejaste pa' ir. -Lucifer tomó del hombro a su doncel, procurando no manchar de sangre su bata. -En llantos me encontraste buscándote a ti, tu amor me consoló y me hizo reír. -cantó Lucifer, su voz resonando con una calidez inesperada.

-El niño de papá. -siguió Alastor, mirando a su crío con amor.

-El niño de papá. -coreó Lucifer con una sonrisa.

-Tiene que ir a dormir. -cantó el ciervo, moviendo con delicadeza su colita de venado.

-Tiene que ir a dormir. -Lucifer le siguió el ritmo, sus ojos llenos de ternura.

-Pues cansadito está. -Alastor miró a su esposo con una sonrisa.

-Cansadito está. -Lucifer devolvió la mirada, cantando con devoción.

-El de tanto vivir. -el ciervo juntó su nariz con la del diablo, cerrando sus ojos en un gesto de intimidad.

-El de tanto vivir. -Lucifer juntó su nariz de cabra con la de su doncel, cerrando sus ojos mientras cantaba.

Rot observaba totalmente sorprendido ante la perfecta coordinación de toda la familia. El exterminio se detuvo momentáneamente, mientras los pecadores se relajaban con la dulce melodía de sus reyes, encontrando consuelo en ese momento de paz.

Ambos reyes aparecieron en el cuarto de su hijo, acostándolo con cuidado en la cama para que reposara. El ataque de un ángel tardaba en sanar, y Caín necesitaba toda la tranquilidad que pudieran ofrecerle.

-Tranquilo, mi bebé, siempre estuve aquí, en ningún momento yo me aparté de ti. -cantó Alastor, acariciando los rubios cabellos de su hijo. -Corriste tan lejos y yo te seguí, estabas muy sucio, ropas nuevas te di. -Al decir esto, el ciervo miró a su hijo, quien tenía leves lágrimas en los ojos.

Lucifer tomó la cabeza de su hijo en brazos, permitiéndole llorar.

-Mi niño está aquí. -cantó Lucifer, acariciando a su hijo con ternura.

-Mi niño está aquí. -coreó Alastor, observando a sus dos hombrecitos abrazarse con amor.

-Dame tus cargas a mí. -Lucifer abrió sus ojos, colocando su nariz en el cabello de Caín.

-Dame tus cargas a mí. -coreó el ciervo, acariciando la oscura mano del rubio menor.

-Que en el fondo del mar. -Lucifer apartó a Caín un poco, viendo sus ojitos llorosos.

-En el fondo del mar. -Alastor se acercó a ambos con una sonrisa, disfrutando del momento de paz familiar.

-Yo las voy a tirar. -dijo Lucifer, besando la frente del menor con suavidad.

-Yo las voy a tirar. -repitió Alastor, acariciando el cabello de su hijo.

Rot esbozó una sonrisa, observando al infierno calmado y a la familia reírse juntos. Una cámara apareció al lado de la familia al ser invocada, y sonó un "clic" que hizo sonreír a Alastor. Una nueva foto para el álbum familiar, capturando un momento de amor y tranquilidad en el corazón del infierno.

Alas de Rebelión . //AppleRadio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora