Se cuenta que al inicio de la creación había un ángel cuya pasión por la libertad y sus ideales liberales lo hicieron ser conocido como un alborotador.
Sin embargo, este ángel se enamoró profundamente del Doncel creado por Dios.
En un intento de c...
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-¡POR FAVOR VEN, CAÍN! -gritó Charlie, agitando la mano frenéticamente para llamar a su hermano, sin darle tiempo a reaccionar, lo jaló rápidamente con su tentáculo, rodeándolo con firmeza.
-¿Qué está pasando? -preguntó Caín, sorprendido al ver la euforia de su hermana.
La princesa tomó un respiro, tratando de calmarse un poco. Sus ojos brillaban con emoción contenida.
-Mamá me llamó y me dijo que el líder del ejército angelical quería reunirse con algún MorningStar ¡Y ME DIJO QUE SI YO PODÍA IR EN LUGAR DE PAPÁ! -gritó, su rostro iluminado por una sonrisa de alegría y shock.
-Pero... la exterminación ocurrió hace poco, ¿qué podrían querer? -se preguntó Caín, su mente trabajando a mil por hora mientras trataba de imaginar mil escenarios posibles, como lo haría su madre.
Charlie, con los ojos llenos de determinación, comenzó a cantar suavemente:
-Puedo hacerlo... sé que yo puedo. Haré del cielo un mejor lugar.
-No cantes en un momento así, Char-Char. -dijo Caín, mirando a su hermana con una mezcla de exasperación y cariño, suspirando profundamente.
-No hay manera de arruinarlo, ¡es mi gran oportunidad! -Charlie miró al techo, su sonrisa radiante y soñadora.
Husk, que había estado observando la escena con una expresión de fastidio, intervino con sarcasmo:
-Con razón ese venado dijo que nos sentiríamos como en casa, ambos cantan en cada momento.
Charlie, sin perder su entusiasmo, agarró a Husk y comenzó a darle vueltas con alegría.
-¡Anímate, Husk! -exclamó, riendo. -Puedo sentirque este será ¡un bello día infernaaaal
Un suspiro resonó en el pasillo del castillo, el aire estaba cargado de una mezcla de incienso y azufre, creando una atmósfera densa y sombría.
Lucifer caminaba lentamente, sus pasos resonando en el silencio. Se acercaba a su esposo, quien miraba por una ventana de vitrales, contemplando el caos infernal que se extendía más allá de las murallas.
-¿Hicimos bien en enviarla con Adán? -preguntó Alastor, su voz llena de preocupación y sus ojos reflejando una mezcla de amor y miedo.
Lucifer se detuvo a su lado, su silueta majestuosa proyectando una sombra larga. Sus ojos rojos, normalmente llenos de fuego y determinación, mostraban una rara vulnerabilidad.
-No. Aparte, no quería aguantarlo. -respondió Lucifer con una mueca de disgusto.
Alastor suspiró nuevamente, apoyando su frente contra el frío vidrio de la ventana. El caos del Infierno se veía menos aterrador desde la altura del castillo, pero su preocupación por Charlie lo abrumaba.
-¿Crees que podrá manejarlo? -preguntó Alastor, su voz temblorosa.
Lucifer colocó una mano reconfortante en el hombro de su esposo, su toque firme pero gentil.
La preocupación de Alastor no disminuyó, pero el consuelo de Lucifer le dio algo de paz. Se giró para enfrentar a su esposo, sus manos encontrando las de él.
-Espero que tengas razón. Este encuentro con Adán es crucial. -dijo Alastor, apretando las manos de Lucifer con fuerza.
Dos horas después, el ambiente en la cocina del castillo era tenso y silencioso. Lucifer y Alastor, ambos sumidos en sus pensamientos, compartían una taza de té. Las sombras danzaban suavemente en las paredes gracias a la luz de las velas. El aroma del incienso mezclado con el té de hierbas llenaba la estancia.
Rot entró con cautela, su expresión seria. Se acercó a las dos majestades, consciente de la importancia de su mensaje.
-Mis disculpas por interrumpir. -dijo Rot, colocándose al frente de ambos y haciendo una ligera reverencia.
Alastor bajó su libro, sus ojos preocupados enfocándose en Rot.
-¿Sí, Rot? ¿Qué sucede?
Lucifer, distraído con su celular, murmuró sin levantar la vista
-Ya vienes a joder.
Una mirada punzante de Alastor cayó sobre Lucifer, haciendo que este se callara inmediatamente, su expresión cambiando a una de seriedad.
-Continúo. La exterminación se ha adelantado a solo seis meses. -anunció Rot con gravedad.
Ambos reyes se levantaron de golpe, sus sillas raspando el suelo de mármol.
-¿Qué hizo Charlotte? -preguntó Lucifer, su voz llena de rabia y frustración.
-No se sabe con certeza, pero la princesa causó que el exterminio se adelantara para dentro de seis meses. -respondió Rot con firmeza.
La ira de Lucifer era palpable, sus ojos llameaban con una furia inexplicable. Alastor, por otro lado, estaba visiblemente preocupado por su hija. Sus pensamientos eran un torbellino de miedo y preocupación. ¿Qué crisis estaría enfrentando su pequeña en este momento?
-Caín está con ella, seguro la calmará. Pero la noticia no tardará en extenderse, no, ¡ya debe de haberse extendido! Mierda... ¿Por qué la mandé? Soy idiota... -pensaba el doncel, la severa preocupación marcando cada rasgo de su rostro.
