|Cap 27|

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—La Historia del Infierno— 

Había una vez un reino resplandeciente protegido por puertas doradas y suelos de diamantes llamado "El Cielo"

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Había una vez un reino resplandeciente protegido por puertas doradas y suelos de diamantes llamado "El Cielo". Este lugar magnífico estaba gobernado por seres de pura luz: ángeles que adoraban el bien y protegían a todos del mal.

Entre estos ángeles se encontraba Lucifer, un soñador con ideas fantásticas para toda la creación. Sin embargo, los ancianos del Cielo lo veían como un alborotador, pues consideraban que sus ideas eran peligrosas para el orden de su mundo perfecto. A pesar de la resistencia, Lucifer observaba con desilusión cómo los ángeles comenzaban a expandir el universo a su manera, limitando la libertad que él tanto valoraba.

Del polvo de la tierra surgieron Adán y Alastor, ambos iguales ante el mundo. Sin embargo, Adán exigía el control total, y Alastor, con su espíritu indomable, se negó a someterse a su voluntad, huyendo del Jardín del Edén.

Atraído por la feroz independencia de Alastor, Lucifer lo encontró, y los dos soñadores rebeldes se enamoraron profundamente. Juntos, quisieron compartir su visión del libre albedrío con la nueva esposa de Adán, Lilith. Les ofrecieron la fruta del conocimiento, lo que trajo consigo una maldición.

Con este único acto de desobediencia, el mal se abrió paso a la Tierra.

Surgió un nuevo reino de oscuridad y pecado, y el orden que el Cielo había intentado mantener se hizo pedazos.

Como castigo por su imprudente acto, el Cielo arrojó a Lucifer y a su amado al abismo que él mismo había creado, prohibiéndoles ver la bondad de la humanidad, permitiéndoles solo observar la crueldad y la malicia. Avergonzado, Lucifer perdió su voluntad de soñar. Pero Alastor prosperó, empoderando a los demonios con su dulce canto. A medida que el número de demonios crecía, su poder también aumentaba.

Ante tal amenaza, el Cielo tomó una decisión despiadada: cada año enviaría un ejército para llevar a cabo una exterminación, asegurándose de que el Infierno y sus pecadores nunca pudieran sublevarse.

Sin embargo, la esperanza de Alastor permaneció, y su sueño fue transmitido a su querida hija, la Princesa del Infierno. Ella, con la misma pasión y determinación de su madre, buscaba redimir a los condenados y devolver la luz a su oscuro reino.

El libro titulado "The History of Hell" fue cerrado por la princesa Charlie, quien sostenía una llave negra en su mano. Con determinación en su voz, murmuró:

-No te preocupes, mamá. Te haré sentir orgulloso.

Charlie apretó la llave con fuerza mientras sus ojos recorrían el paisaje devastado del Infierno, aún marcado por los estragos de la última exterminación. Las llamas parpadeaban en la distancia, y el aire estaba cargado de ceniza y humo.

De repente, Vaggie la llamó, sacándola de sus pensamientos.

-¿Charlie?

-¡Ah! -gritó Charlie, sobresaltada, soltando la llave. La llave se transformó en un gato negro con un solo ojo que se deslizó rápidamente a sus pies. -Ay, mierda... ¿Oíste lo que dije? -preguntó, sonrojándose ligeramente.

Alas de Rebelión . //AppleRadio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora