31

355 50 14
                                        

El agua salió por mi boca con rapidez, mientras mi cuerpo se doblaba en arcadas que me hacían vomitar todo el líquido que tenía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El agua salió por mi boca con rapidez, mientras mi cuerpo se doblaba en arcadas que me hacían vomitar todo el líquido que tenía.

—¡Está viva! —apenas fui consciente de las otras voces, con alguien sujetándome de los hombros y tratando de que me recomponga.

—¿Estás bien?— Renjun me miró de cerca con preocupación y yo no pude hacer más que lanzarme a sus brazos, recibiendo un fuerte abrazo que me hizo respirar profundo.

—¿Cómo… cómo llegué aquí?— pregunté sin aliento, recordando que me estaba ahogando antes de cerrar los ojos.

—Estabas muy cerca de la costa, Marti te trajo— Haechan estaba a mi otro lado, con el cabello mojado.

Volví a ver el mar. La cabeza del tiburón salía, y cuando nos miramos, me guiñó un ojo que me hizo jadear con estupor. Le asentí en respuesta y él volvió a meterse dentro del agua.

—¡El agua!— exclamé sobresaltando a todos —¡Doyoung está en peligro! ¡Debemos-…!

—Tranquila, no te muevas tan rápido— Taeyong era el que había estado sujetando mis hombros —. Primero debemos asegurarnos de que estás bien.

—No importa, deben ir por Doyoung, él está…

—Cariño, tragaste mucha agua, haznos caso— la señora Kim habló con suavidad, y me di cuenta que no iba a ganar nada ahora porque todos pensaban lo mismo.

Asentí y me ayudaron a levantarme. Renjun pasó su brazo por mi cintura y caminé con él a un ritmo lento, en dirección a la casa de madera.

Cuando ya estuve dentro, me hicieron cambiarme de ropa y luego me envolvieron en mantas. Mark me dio un té caliente y se sentaron alrededor de mí para poderme escuchar.

—Encantaron a Doyoung para bajar— empecé viendo que ninguno se sorprendió, así que supuse que ya sabían eso —, y él me llevó a mí. Utilizó su canto.

Ahora sí obtuve expresiones de sorpresa.

—Creímos que se los llevaron a ambos— Taeyong frunció el ceño —, no pensamos que utilizarían a Doyoung para atraerte, eso es demasiado cruel.

Los puños de Haechan estaban apretados y sus nudillos sobresalían, pero no dijo nada.

—Yo tampoco. Nunca había escuchado a Doyoung cantar, fue algo… —sacudí mi cabeza al sentir todavía dentro de mí su voz —Estuvimos al borde del portal, pero cuando llegaron Wonwoo y la princesa Aeri todo se descontroló. Aeri estaba encadenada pero se liberó y creo que llamó a sus soldados, porque aparecieron en masa, los de ella y Doyoung.

—¿Aeri pudo liberarse?— Haechan alzó su cabeza y sus ojos brillaron con expectación.

—Sí. Los soldados de Kihyun y Wonwoo también aparecieron, Doyoung me protegió para que pueda salir de ahí— un nudo en mi garganta se formó cuando recordé la forma en que me miró antes de separarnos —, me indicó que les diga lo que está pasando, él no pudo venir.

CRESCENDO | Kim DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora