"No lo escuches, tápate los oídos."
Su voz tenía un tono suave, no era tosco ni grave, podías confundirlo con un ser celestial.
Era su mejor arma, porque cuando lo utilizaba, un crescendo se alzaba a tu alrededor, y solo esperabas escuchar las arpa...
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Al entrar nuevamente a la sala, miré a todos de forma sospechosa, sintiendo que era una presa junto a depredadores que aparentaban ser ovejas.
—No está llorando, lo tomó mejor de lo que pensé— Mark dijo al verme, provocando que yo entrecierre mis ojos y dé un paso atrás.
Taeyong empujó levemente a Mark en el hombro, diciéndole algo que no pude escuchar, y el menor cerró su boca, mirando al piso.
Me senté en el lugar anterior, aunque sintiera peligro, mi curiosidad era más grande, por lo que me estaba arriesgando ciegamente.
—Doyoung ya te contó lo que es— la Sra. Kim afirmó, mirándome. No hizo falta responderle porque ella ya sabía que sí, así que me quedé callada —Nuestra especie se divide en cinco clanes diferentes, y cada clan tiene a un gobernador. En este caso, el gobernador de nuestro clan debería ser Doyoung— señaló al chico que estaba parado a mi lado —, desde que existimos, hace miles de años, cuando los príncipes de cada clan cumplían cierta edad, había una ceremonia para elegir al rey, el que gobernaría a todos los clanes como uno solo, y cuando ese rey moría, los clanes se volvían a separar y esperar a que los príncipes cumplan la edad necesaria, y así sucesivamente.
Enarqué una ceja —¿con qué propósito?
—Es el mar quien elige al rey y a los príncipes, cuando esto pasa, se le da un mayor poder e influencia por sobre todos. Nosotros no podemos decidir quién va a ser el próximo rey o hacerlo por línea sucesoria, no nos corresponde.
Volví a mirar a Kim Doyoung, quien parecía distraído viendo un punto fijo en su alfombra.
—¿Por qué están aquí entonces?
La Sra. Kim suspiró y miró desaprobatoriamente a Kim Doyoung.
—Mi hijo hizo un trato con los demás príncipes. Desde el inicio nunca quiso ser príncipe, y lo demostraba en cada acción suya, fue problemático para nuestra especie, porque se arriesgaba a subir aquí. Hace dos años, pidió un tiempo para fingir vivir como un humano normal, cuando el plazo terminara, él volvería para tener la ceremonia y elegir al rey.
—Y lo hubiera cumplido, de no ser porque lastimaron a Haechan— Doyoung dijo amargamente, apretando sus puños.
Vi a los hermanos Lee tensarse, y la Sra. Kim. volvió a suspirar.
—Hay un par de clanes que son problemáticos, pero no como Doyoung. Él hacía travesuras y se escondía, en cambio los príncipes de estos clanes son más…
—Son unos idiotas— Taeyong dijo sin filtro —, creen que están por encima de su clan y de los demás, hacen lo que quieren.
—Como no hay un rey, no se les puede decir nada— siguió la Sra. Kim —Acordamos un plazo de 2 años para que Doyoung se quede, pero a seis meses de acabar, lastimaron al príncipe del clan Mov. Él es uno de los menores, y se aprovecharon de eso.
