La bombilla de esperanza en mi pecho empezó a brillar con mayor intensidad cuando los soldados nos rodearon y Mark se levantó de golpe.
Taeyong y Haechan lo consiguieron.
—Buscamos a Choi Nara— Mark hizo un ademán con su cabeza, señalándome —Tenemos órdenes de protegerla.
Intenté hablar, sorprendida por la repentina intrusión en escena de estos hombres, cuando el mar volvió a temblar una vez más y salieron otros soldados, con lanzas apuntando hacia nosotros.
—¡Traigan a la humana!— sus voces eran más mordaces y pude reconocer el destello verde en sus armaduras.
Mark me hizo para atrás y yo tropecé pero tuve la suerte de no caerme, tratando de encajar mis zapatos en la arena tanto como fuera posible. Los soldados de Doyoung y Haechan también levantaron sus lanzas y nos dieron la espalda, apuntando a los otros.
Detrás de mi, Renjun se aferró a mi brazo, mirando con ojos grandes la pelea que estaba por desenvolverse.
—¡El príncipe Kihyun ordena que entreguen a la humana!— la voz del que lideraba la otra tropa me hizo temblar.
—Pues el príncipe Doyoung ordena que no la entreguemos.
El que estaba delante de los que nos protegían, sonó casi divertido, burlándose de los demás.
—Y pensar que te tenía en buena estima, Jungwoo.
—Qué pena— se encogió de hombros el hombre de nuestro lado —, pero no somos nosotros quienes están del lado incorrecto de la batalla.
No se dijo más luego de eso. En cambio las lanzas fueron las que hablaron, chocando unas con otras mientras los grupos iban mezclándose y las peleas rodeaban todo mi eje.
Parecía que todos los soldados de Kihyun tenía un solo objetivo: Yo. Trataban de acercarse a mí a toda costa, mientras los soldados de Haechan y Doyoung los bloqueaban y hacían retroceder.
—Chenle, protege a Renjun— ordenó Mark tomándome del brazo y separándome de mi amigo.
Me llevó a un extremo, diciendo que no era bueno tener a los dos humanos juntos en el mismo lugar porque aumentábamos las posibilidades de ser tomados.
Los ojos de Renjun reflejaban lo mismo que los míos cuando nos alejamos: terror. Ninguno quería separarse del otro, pero aún así hicimos caso aunque sentí más ansiedad al verlo irse al otro extremo con Chenle en sus espaldas.
Va a estar bien, va a estar bien.
El vínculo con Doyoung se tensó y supe que le había compartido lo que sentía sin querer. Ahora él estaba más preocupado.
“Tranquilo, estaré bien.”
No servía de mucha ayuda eso, pero era lo único que podía transmitirle en este momento, cuando dos soldados de acercaban con rapidez a nosotros.
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CRESCENDO | Kim Doyoung
Fanfic"No lo escuches, tápate los oídos." Su voz tenía un tono suave, no era tosco ni grave, podías confundirlo con un ser celestial. Era su mejor arma, porque cuando lo utilizaba, un crescendo se alzaba a tu alrededor, y solo esperabas escuchar las arpa...