"No lo escuches, tápate los oídos."
Su voz tenía un tono suave, no era tosco ni grave, podías confundirlo con un ser celestial.
Era su mejor arma, porque cuando lo utilizaba, un crescendo se alzaba a tu alrededor, y solo esperabas escuchar las arpa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miraba a Renjun con los ojos entrecerrados desde el otro lado de la mesa, mientras comía un trozo de pan tostado con mantequilla encima y miraba su celular.
Tomé un sorbo de mi café, sintiéndolo un poco muy caliente, pero eso no impidió que siga mirándolo.
—¿Por qué sigues mirándome así?— Renjun dejó su celular de golpe en la mesa y me sobresalté, parpadeando un par de veces.
—No sé de qué hablas.
—Claro que lo sabes, desde hace 15 minutos me estás mirando como si hubiera escondido algo tuyo.
Dejé caer mis hombros y miré a ambos lados, aunque no fuera necesario, puesto que estábamos solos en el comedor.
—No entiendo cómo estás tan tranquilo con todo esto— declaré.
—Estoy gritando y corriendo en círculos por dentro, Nara— confesó con una mueca —pero soy mejor que tú ocultándolo.
—Siento que me voy a morir del estrés— resoplé, mirando con cansancio la taza de café.
—Sí, se nota— masticó otro trozo de pan —. Pero deberías intentar ver lo bueno de toda esta situación… y aprovecharlo.
Enarqué una ceja —¿Lo bueno?
—Noté que Doyoung hyung y tú están más unidos últimamente, digo, a cuando te vi la última vez en la universidad, hay un gran cambio.
Ahora fue mi turno de hacer una mueca.
—¿Kim y yo?— asintió —Nada que ver, le desagrado y él me desespera.
—Pero estás durmiendo en su habitación, ¿cierto?— abrí la boca para contestar, pero él siguió —¿No pasa nada cuando están solos en las noches?
Volví a cerrar mi boca, recordando la rutina que había adquirido cada noche luego de despedirme de la señora Kim e irme a dormir en el cuarto del sireno.
—No, yo me meto en la cama y él duerme en un colchón en el piso. —Miré a un punto fijo en la pared —Nos quedamos en silencio hasta dormir y cuando despierto él ya no está.
Renjun dejó a un lado su plato vacío y puso los codos en la mesa, inclinándose adelante y acercándose más a mí.
—Ya, pero fácilmente te hubiera dejado quedarte en la casa de huéspedes, como hicieron conmigo. En cambio, te llevó a su habitación.
—Dice que es porque-…
—Porque tiene que cuidarte, sí. Pero aquí todos son seres sobrenaturales, cualquiera podría cuidarte, hasta Taeyong hyung. En cambio, él eligió tenerte pegada a él casi todo el tiempo.
Hice un mohín con mi boca, mientras veía sus ojos brillar expectantes.
—Seguro no quiere que nadie más cargue con su problema, siempre repite que soy eso.