capítulo 26

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— Mira, ésta es buena.—Siwoo señaló una de las computadoras y me acerqué a verla.— Dijiste que tu novio la va a usar para jugar videojuegos, ¿verdad?—asentí leyendo los detalles del producto, fingiendo que sabía sobre lo que estaba leyendo, aunque la realidad era que no entendía ni un poco. Por esa razón había decidido pedirle ayuda a mi hermano.— Esta está perfecta para eso y además está dentro de tu presupuesto.

— Muy bien... Me la llevaré.—sonreí emocionada. Sólo esperaba que a Eunseok le gustara, y si no le gustaba podría comprarme una bonita lencería con el dinero sobrante y darle otro tipo de regalo, como sugirió Sangyeon.

Llamamos a un empleado de la tienda e hicimos todo el proceso para realizar la compra de la computadora. Cuando todo estuvo listo, Siwoo me ayudó a llevar la caja de la computadora a la camioneta.

— Bonita camioneta... ¿De quién es? ¿Tuya?—negué acomodando la caja en asiento de copiloto para que no se moviera durante el camino.

— No, es de mi novio. Le dije que tenía que hacer un par de cosas y me la prestó para que no tuviera que ir en transporte público.—cerré la puerta y volteé a ver a mi hermano.

— Papá dijo que te vas a casar, ¿es cierto?

— Es cierto, voy a casarme.—le mostré mi anillo y Siwoo alzó las cejas.

— Wow... Felicidades, Sinae.—y por primera vez en muchos años, mi hermano me regaló una sonrisa sincera.— Tengo que ir a un lugar, así que me voy ahora.

— Me gustaría llevarte pero ya no hay espacio en la camioneta, a menos que quieres subirte en la parte de atrás.—Siwoo rió y agitó las manos.

— No, gracias, me iré caminando, el lugar al que voy no está muy lejos de aquí.

— Está bien... Muchas gracias por tu ayuda, Siwoo.—le sonreí y él me devolvió el gesto.

— Nos vemos.—se dio la vuelta y comenzó a caminar por la acera.

— Adiós.—dije antes de que se fuera y lo seguí con la mirada hasta que desapareció al dar vuelta por la esquina. Rodeé la camioneta para subirme y justo cuando tomé la manija de la puerta escuché a alguien llamándome. La voz se me hizo conocida, así que me giré para ver a la persona, sorprendiéndome al encontrarme con uno de mis ex profesores de la universidad.

— ¿Profesor Choi?—murmuré.

— Sinae, hola.—el profesor se aproximó a mí con una brillante sonrisa en la cara.— ¿Cómo has estado?

— Uhm, bien... Estoy bien.—respondí un poco incómoda, era extraño volver a ver a alguien que me recordaba todo lo que había dejado atrás.

El señor Choi solía ser unos de mis profesores favoritos, enseñaba muy bien y era atento con sus alumnos. No era el tipo de profesor que se enfadaba cuando sus alumnos no sabían algo del tema, todo lo contrario, disfrutaba explicar su materia y era obvio que le gustaba su trabajo, no como otros profesores que me dieron clases.

— Me alegra saber que te está yendo bien, Sinae.—dijo acomodando las cosas que tenía en las manos, al parecer había ido a comprar algo de materiales para su trabajo. Su sonrisa decayó un poco y apartó la mirada.— Sé que es irrelevante decirlo ahora pero realmente me preocupé por tu bienestar cuando dejaste de asistir a clases... Me alivia saber que no te pasó nada malo.—apreté los labios, pensé que ninguno de los profesores había notado mi ausencia.— Quiero pedirte disculpas... Todos sabíamos por lo que estabas pasando pero nadie se atrevió a hacer algo al respecto...

Kitchen Assistant | Eunseok SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora