capítulo 27

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— ¿Cuándo van a llegar?—Eunseok murmuró caminando en círculos por la cocina. Por fin se nos había dado la oportunidad de cenar con nuestros padres y mi prometido estaba muy ansioso, algo raro en él, usualmente mantenía la compostura ante cualquier situación, por más estresante que fuera. Pero en ese momento le estaba dando un ataque de nervios.— Espera, puse flores en la mesa, ninguno de tus padres es alérgico, ¿verdad? Ay no, mejor voy a quitarlas...

— Amor.—lo tomé del brazo antes de que saliera por la puerta de la cocina.— Tranquilízate, ¿si? Todo saldrá bien.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Y si no le agrado a tus padres?

— Eso no va a pasar, eres un encanto.—pellizqué su mejilla.— Y si no les agradas será cosa de ellos, son un tanto... Amargados e inconformistas.

— ¿Pero no son alérgicos a las flores?—solté una risa y negué.

— No, no lo son.

— Ah, es un alivio saberlo.—se tocó el pecho.— Espera, ¿les gustan las flor...?—lo interrumpí dándole un beso.

— Que te tranquilices, Song.—le limpié con el pulgar la mancha de labial que quedó en sus labios.— Todo estará bien.

— ¿Me lo prometes?—me miró con sus enormes ojos llenos de angustia.

— Te lo prometo, amor.—Eunseok asintió, tranquilizándose un poco.

Se separó de mí y fue a asomarse por la puerta, un grito ahogado salió de sus labios y se giró volviendo a entrar en pánico

— ¡Ya llegaron!—corrió a revisar la comida que habíamos preparado un rato antes.

— ¿Quiénes?—caminé detrás de él.

— Ambos, tus padres y los míos... ¿Cómo me veo?—dio una vuelta, modelando el traje que había comprado especialmente para la ocasión.

— Muy guapo, como siempre.—le aseguré con una sonrisa, aunque de todos modos fue a revisarse en el espejo que tenía en mi casillero en los vestidores.

Aproveché ese momento para salir a recibir a nuestros invitados. Mis suegros ya estaban dentro del restaurante, así que los saludé primero, luego entraron mis padres y los saludé también.

Por la expresión de mi madre supe que no estaba de humor y lucía como si ya quisiera irse cuando apenas habían llegado. Mi padre probablemente la obligó a ir.

— ¿Y tu novio?—mi padre preguntó mirando hacia los lados.

— ¡Aquí estoy!—Eunseok salió de la cocina y se aproximó a nosotros rápidamente.— Hola, soy Song Eunseok, es un gusto por fin conocerlos—hizo una reverencia frente a mis padres.— Ah, y ellos son mis padres.—los señaló y dejó salir una risa nerviosa.

— Hola, ¿qué tal?—mi suegro se dirigió a mi padre y ambos estrecharon manos.— Soy Song Yohan, mucho gusto.

— Lim Jungjae, igualmente.—se sonrieron amablemente.

— Hola, soy Moon Jeonghee.—mi suegra se presentó con mi madre.

— Soy Kim Sori.

— Qué lindo nombre.—mi suegra le sonrió.

Después de eso les dijimos que se sentaran en la mesa mientras nosotros íbamos por la comida. Eunseok y yo servimos los platos velozmente y los llevamos a la mesa. Nunca había trasladado un plato con comida desde una distancia relativamente larga y gracias eso me di cuenta que había estado subestimando el trabajo de los meseros, no era fácil. Cuando todos los platos estuvieron servidos nos sentamos también.

Kitchen Assistant | Eunseok SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora