capítulo 24

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— ¡Adelante!—Sungchan gritó desde el interior de su oficina. Tomé la perilla y abrí la puerta, Eunseok y yo entramos silenciosamente, Sungchan estaba enfocado en su computadora mientras hacía las cuentas del restaurante.

— Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños, querido Sungchan, feliz cumpleaños a ti.—mi novio y yo cantamos al mismo tiempo. Eunseok tenía en sus manos el pastel que habíamos preparado especialmente para nuestro amigo y éste tenía veintitrés velas de colores, representando los años que Jung estaba cumpliendo.

Sungchan apartó la mirada de la pantalla frente a él y sonrió reclinándose hacia atrás para recargarse en el respaldo de su silla. Comenzó a aplaudir cuando Eunseok dejó el pastel sobre el escritorio.

— Estuvo muy bonito pero háganlo de nuevo y échenle más ganas ésta vez, sonaron muy apagados y tienen que sonar más alegres, más contentos, ¡es el cumpleaños de su mejor amigo!

— Cállate o voy a olvidar que es tu cumpleaños y te lanzaré el pastel a la cara.—Eunseok dijo con una sonrisa forzada.

— ¿Ya viste lo malo que es conmigo, Sinae? Incluso en mi cumpleaños me trata mal.—Sungchan se quejó conmigo como si fuera un niño pequeño acusando a su hermano mayor, no pude evitar reír.

— Cállense los dos y tú apaga las velas para que podamos comer pastel.—señalé al cumpleañero, éste rió apagando las velas de un soplido.

— ¿Y los platos?—Sungchan preguntó tomando un poco de betún con el dedo y se lo llevó a la boca.

— Oh, miren.—saqué de mi bolsa un paquete de tenedores desechables.— Traje estos. No necesitamos platos, además me da flojera lavar tres platitos después de lavar todos los platos y cacerolas de la cocina.—dije sentándome en una de las sillas frente al escritorio.

— Es entendible.—Eunseok asintió y se sentó también.— Yo odio lavar los trastes.

— Si compraste los tenedores, ¿por qué no compraste platos también?—el alto abrió el paquete de tenedores y tomó uno para comenzar a comer pastel. Me quedé en silencio analizando sus palabras.

— No se me ocurrió hacer eso.—confesé avergonzada.— Qué tonta.

— No te preocupes, Sinae, todavía te queremos aunque seas tan tonta.—Sungchan habló con la boca llena y lo fulminé con la mirada.

— Comienzo a entender por qué Eunseok no te soporta.

— Los dos me aman.—mi novio y yo soltamos una carcajada.

— Ajá, lo que digas.—Eunseok rodó los ojos y agarró un tenedor.

Nos quedamos en silencio mientras comíamos el pastel, nos había quedado delicioso; el bizcocho estaba esponjoso y el betún era perfecto, no era grasoso ni muy dulce hasta el punto de resultar empalagoso, estaba en un dulzor comestible. Eunseok y yo realmente hacíamos un excelente equipo en la cocina.

— ¡Lim Sinae!—los tres nos sobresaltamos al escuchar ese grito, el cual venía de la parte trasera del restaurante.

— ¿Es tu ex novio?—Eunseok me preguntó poniéndose en alerta.

— No, esa no es su voz...

— ¡Lim Sinae, sal ahora! ¡Sé que estás aquí, vi la camioneta!—se escuchó otro grito y éste fue acompañado de fuertes golpes en la puerta trasera.

— Es Wonbin.—Sungchan reconoció la voz y se levantó.— ¿Qué está haciendo aquí a ésta hora? ¿Y qué quiere con Sinae?—frunció el ceño y caminó a la puerta.

Kitchen Assistant | Eunseok SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora