capítulo 9

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— Oye, Eunseok, quería preguntarte algo.—hablé cuando nos subimos a la camioneta para regresar al restaurante después de haber comprado los suministros en el mercado. Seis días habían pasado y Eunseok ya estaba completamente recuperado, así que podía volver a la cocina. Por suerte no me enfermé a pesar del beso que le di a Eunseok, para mi sorpresa mi sistema inmune era fuerte.

— ¿Qué cosa?—preguntó sin mirarme y se colocó el cinturón de seguridad, para después comenzar a conducir.

— Anoche revisé mi cuenta bancaria recordando que Sungchan mencionó que ya me habían pagado mi primer sueldo pero creo que se equivocó porque...

— ¿Faltó dinero?—me dio una mirada rápida.

— No, no, no.—agité la cabeza exageradamente.— Todo lo contrario, es muchísimo más dinero del que me mencionaste que sería mi salario, ¿hubo algún error o por qué...?

— Bueno, hiciste más trabajo del que acordamos que harías.—me interrumpió sin apartar la vista del camino.— Sería un abusivo si no te pagara por todo tu trabajo.—alcé las cejas con sorpresa.

— Pero... Es demasiado dinero, literalmente es el triple de mi salario, no entiendo como es que...

— Le ordené a Sungchan que te pagara de mi sueldo los días que trabajaste sola.—dijo como si nada, abrí los labios para decir algo pero Eunseok se me adelantó.— Antes de que digas que lo hice porque estoy enamorado de ti, no, no lo hice por esa razón, si Shotaro o Wonbin, o cualquier otra persona hubiera hecho lo que hiciste, le pagaría exactamente lo mismo.

Tal vez debí refutarle lo que dijo porque sinceramente era extraño que un empleador le pagara tanto a uno de sus empleados por el trabajo extra, pero no pude evitar distraerme con la elección de palabras que usó; estoy enamorado de ti... Me confesó que había estado enamorado de mí, sí, pero aclaró que había sido en el pasado. También me confesó que yo le gustaba, estaba bien con eso, pero que dijera que estaba enamorado de mí...

De alguna manera lo cambiaba todo.

Y no por Wonbin, sino por mí, no quería emocionarme con Eunseok porque estaba cien por ciento segura de que me mandaría al demonio al enterarse de lo que hice en el pasado.

— Sinae... Sinae.—Eunseok pasó su mano frente a mi rostro, sacándome de mis pensamientos.— ¿Estás bien?

— ¿Eh? Sí... Sí, estoy bien.—respondí girándome hacia la ventana y fijé mi mirada en el camino.

— ¿Segura? Te quedaste en silencio con la mirada perdida... ¿En qué estabas pensando?—me encogí de hombros.

— En nada, no estaba pensando en nada...

— Ok, voy a detener el auto.—dijo orillándose en la carretera, lo miré confundida, ¿por qué estaba deteniendo el auto? Después de estacionarse se quitó el cinturón y se giró hacia mí.— Algo te pasa, quiero saber qué es porque hace rato estabas bien... ¿Qué pasa, amor?—mi corazón se comprimió al escuchar sus palabras, ¿por qué tenía que ser así conmigo?

— No me digas amor, no... No me gusta que me digas así.—dije en voz baja y tragué saliva.— Y ya te dije, no tengo nada, así que vuelve a conducir.

— No te gusta, ¿eh?—noté el enojo en su voz.— ¿Entonces por qué te sonrojas cada vez que te llamo de esa manera? Si me lo preguntas, a mí me parece que te encanta ese apodo.

— Eso no es cierto, yo...—tomó mi mentón suavemente y me hizo mirarlo.

— No me mientas, Lim Sinae. —su rostro estaba serio.— Dime, ¿qué tienes?—miré sus ojos, había preocupación en ellos, obviamente se había preocupado, mi comportamiento cambió en sólo unos segundos. Relamí mis labios y cerré los ojos, bien, tenía que decírselo antes de que las cosas entre nosotros se volvieran serias.

Kitchen Assistant | Eunseok SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora