— No se porque decidí hacer esto.
Drew bajaba del automóvil que había robado. No tuvo más opción, no podía dejar que Vendetta se fuera en ese estado cuando solo había pasado tres días de lo ocurrido. Trató de hacerle entender que aún debía estar en reposo para que sanará bien la herida, pero su terquedad lo impulsó a seguir con sus planes y no hacer caso al chico.
Vendetta abrió la puerta y se paró en el umbral de éste. Se quedó mirando el automóvil que había conseguido Drew.
— No me preguntes donde lo conseguí.
— Sería conveniente ¿no lo crees?
— Lo robé, es todo.
— ¿Te aseguraste de que no tuviera algún rastreador?
— Claro que si.
— Entonces vámonos. Tú manejas.
— Pero-
— Ya te dije en la mañana que no iba a perder tiempo valioso. Y por la seguridad de los dos, es mejor dejar esta casa.
En esos tres días que estaba en recuperación, se dieron cuenta que policías estaban rondando la zona y la noche anterior una persona vestido todo de negro y con una actitud sospechosa rondaba por ahí en busca de algo o de alguien.
No sabían las intenciones de ese tipo, pero como estaban las cosas es más que seguro que buscaban pistas de él.
— Esta bien.
— Volveremos a esta casa cuando las cosas se hayan calmado. Ya dejé todo en orden mientras fuiste a conseguir el automóvil. En la mesa está tus cosas.
Drew se adentró a la casa en busca de sus cosas. Vendetta caminó hasta el automóvil, verificó de que no hubiera nada raro por seguridad y también miró a su alrededor para estar seguro de que nadie lo haya seguido o que nuevamente esté rondando personas sospechosas.
— Vámonos.
Vendetta abrió la puerta del copiloto y entró con cuidado, la maleta lo puso atrás. Drew dejó sus cosas en los asientos de atrás y subió al automóvil.
— Ya tienes algún lugar para quedarnos.
— Si. Ya lo tenía chequeado hace mucho tiempo.
— ¿Qué?
— No íbamos a estar seguro en un solo lugar. Cualquier cosa iba a suceder y ahora estamos en esta situación.
Drew suspiró resignado. Esa casa lo habían habitado por un año y es tan difícil dejarlo atrás por la situación de Vendetta. Él tenía razón, no podían estar seguros en un solo lugar porque los van a encontrar en cualquier momento y aquello se estaba dando con la aparición de esa persona que rondaba la casa la noche anterior y con la policía encima de ellos.
— ¿Es una casa alejada de la ciudad?
— Si. Es una casa de un gran amigo que tuve hace años, me la dio cuando-
Los recuerdos de hace unos años vinieron a su mente. Aquel dolor lo ponía de esa forma, con la mirada perdida y con esa punzada característica de dolor en su pecho.
¿Por qué justamente a él?
¿Era un tipo de karma?
No entendía la razón por la cual le tuvo que pasar eso. Perder a lo que más ama es un dolor que se queda en tu corazón por mucho tiempo, no se puede olvidar aquella escena que tuvo que presenciar, ni aunque pasara miles de años.
— "Tomalo como un regalo de hermanos. Es un lugar perfecto para que pases el resto de tus días con ella".
Esa última palabra resonaba en su cabeza. Sus manos se hicieron puño del coraje y el dolor que le estaba consumiendo en ese instante.
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El poder de Vendetta
ActionQuién iba a pensar que un simple Vendetta pudiera ser más que el mismísimo demonio. Un loco asesino con sed venganza que no tiene escrúpulos. Su única misión es acabar con las personas que lo traicionaron y asesinaron a lo más preciado que tenía.