Capitulo 5

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El silencio gobernaba en el interior del automóvil. Vendetta tenía su mirada fija en la carretera mientras que Drew miraba a la pobre chica que solo tenía la mirada perdida.

Tan solo recordar la situación que se intensificó hace unos minutos, le daba escalofríos.

No pienso hacerte caso — siseó la pelirrubia.

— Pues deberías... — lentamente sacó su arma de la parte trasera de su pantalón.

— Espera-

El disparó detuvo su andar y provocó que tanto él como la chica saltaran del susto.

— Te dije que no quería actuar por las malas.

— ¿T-te volviste loco?

— Ya estoy loco...

— Ch- digo Vendetta, no hagas una locura... Ella no tiene la culpa de esto.

— Mantén la boca cerrada, Drew.

— Solo-

— ¡Te dije que te callaras!

La pelirrubia estaba pasmada, no sabía que hacer ni tampoco le respondía sus piernas. El disparo que pegó sin previo aviso la dejó en shock. Tampoco ayudaba que el hombre que, ahora la estaba mirando de forma asesina, la estuviera amenazando con un arma en su sien y obligandola a subir al automóvil que hace unos minutos atrás estaba metida en la cajuela después de ser secuestrada.

Estaba muy confundida. No entendía lo que estaba pasando ni que tiempo había transcurrido de lo ocurrido, cuando fue secuestrada a unas cuadras más adelante de la Universidad. Se supone que ellos eran los responsables, qué ellos tuvieron algo que ver en la privación de su libertad, entonces por qué decían cosas raras como si no tuvieran nada que ver.

¡Estaba en la cajuela de ese automóvil!

— ¡No tengo tu maldito tiempo! ¡Habla ahora!

— Esto es un delito...

— Claro que es un delito, pero sería mi perdición si te dejo con una estúpida bala en tu cabeza sin planeación de por medio para desaparecer tu cuerpo.

— ¿No estas hablando en serio, verdad?

— ¿Acaso me ves que estoy bromeando?

Drew estaba sudando de los nervios y no sabía como parar la situación. Esa pobre chica no tenía la culpa de su gran descuido, pero a veces se ponía a pensar lo que ocurriría sino hubiera robado ese automóvil, tal vez la pobre chica iba a tener un final fatal.

— ¡Tienes cinco segundos!

Tenía que hacer algo, así que trató de llamar la atención de la chica. Cuando lo logró, Drew le dijo en mímica "acepta". El azabache estaba contando lentamente esos cinco segundos. No quería morir y ante una respuesta su vida estaba en riesgo, obviamente no tenía otra opción más que...

— Uno, y-

Vendetta jugaba con el punto final de esa arma.

— ¡Acepto!

Vendetta sonrió ladino, su mirada se suavizó un poco pero aún así la pelirrubia sentía miedo.

— Entonces muévete... — la jaloneó hasta el automóvil, abrió la puerta de atrás e hizo que se subiera, manteniendo el arma en su mano.

La pelirrubia miró a Drew que solo asintió con tanta pena, soltó un suspiro pesado y entró al automóvil.

Fin del flashback

El poder de VendettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora