One Shots - Michaeng

San valentín

El día de San Valentín estaba a la vuelta de la esquina y Mina no podía dejar de pensar en Chaeyoung. Había guardado sus sentimientos por ella durante mucho tiempo, pero este año decidió que sería diferente. Quería que Chaeyoung supiera lo que sentía, quería invitarla a salir no como amigas, sino como algo más. Tenía todo planeado: una cena en su restaurante favorito, una caminata bajo las estrellas, y finalmente, la confesión que había estado ensayando en su mente una y otra vez.

Pero antes de dar el gran paso, necesitaba asegurarse de que Chaeyoung estuviera libre. No quería arruinar la sorpresa con algo tan simple como un malentendido. Así que, un día antes de San Valentín, se acercó a ella con una sonrisa nerviosa.

—Chaeyoung, ¿tienes planes para mañana? —preguntó Mina, intentando que su voz no temblara.

Chaeyoung la miró con su habitual sonrisa brillante, sin sospechar nada.

—Sí, de hecho, tengo una cita con Somi.

Mina sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos al escuchar esas palabras. Aunque trató de mantener la compostura, la punzada en su pecho era imposible de ignorar. Sabía que Somi estaba interesada en Chaeyoung, y la idea de que su amiga pudiera corresponderle la mataba por dentro.

—Oh... qué bien. Espero que te diviertas —respondió Mina con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

Chaeyoung asintió, sin notar la tristeza en la voz de Mina.

—Gracias, Mina. Seguro que será divertido.

Mina se despidió rápidamente, alegando que tenía cosas que hacer. Pero lo único que quería era encerrarse en su habitación y llorar.

Después de San Valentín, Mina no podía evitar sentirse rota cada vez que veía a Chaeyoung. Todo lo que había planeado, toda la ilusión que había construido, se había desmoronado con una simple frase: "Tengo una cita con Somi".
Decidió poner distancia entre ellas, intentando proteger su corazón de más dolor. Sin embargo, Chaeyoung, ajena a los sentimientos de Mina, empezó a notar el cambio en su amiga.

La primera señal fue en el desayuno, al día siguiente de San Valentín. Mina solía sentarse junto a Chaeyoung, pero ese día eligió un lugar al otro extremo de la mesa, al lado de Nayeon.

—Mina, ¿por qué no te sientas aquí conmigo? —preguntó Chaeyoung con una sonrisa, señalando el asiento vacío a su lado.

Mina la miró un segundo, vacilante, pero luego desvió la mirada y se sentó junto a Nayeon.

—Hoy prefiero sentarme aquí, gracias —dijo Mina, con una voz que intentaba sonar indiferente.

Chaeyoung frunció el ceño, extrañada por la respuesta.

Más tarde, durante la práctica de baile, Chaeyoung intentó acercarse de nuevo. Siempre habían sido compañeras de baile, sincronizándose a la perfección. Pero ese día, Mina eligió a Jihyo como pareja, dejando a Chaeyoung con Dahyun.

—Mina, pensé que íbamos a practicar juntas —dijo Chaeyoung, su tono suave pero claramente decepcionado.

—Hoy no. Creo que Jihyo y yo necesitamos trabajar en algunos pasos juntas —respondió Mina sin darle mayor importancia.

Chaeyoung no pudo evitar sentirse herida, pero no dijo nada. Decidió esperar al final de la práctica para hablar con Mina a solas, pero cuando la sesión terminó, Mina salió de la sala rápidamente, diciendo que tenía cosas que hacer.

Preocupada y confundida por la actitud distante de Mina, Chaeyoung decidió pedir consejo a las demás. La encontró a solas con Momo en la sala de estar, así que se acercó con cautela.