¿Promesa rota?

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—-Holaaa, solo quiero decirles que esta historia será más larga que las demás, así que disfruten algo un poco más largo 🙏—-





— No te vayas... — La voz de Chaeyoung estaba rota, sus palabras ahogadas entre sollozos que intentaba contener.

Mina, con los ojos llenos de lágrimas, luchaba por mantener la compostura, pero su corazón se partía en mil pedazos con cada lágrima que veía caer por el rostro de Chaeyoung. El aeropuerto estaba lleno de personas que iban y venían, pero en ese instante, para ellas, el mundo parecía haberse detenido.

— Lo siento... — murmuró Mina, mientras una lágrima caía por su mejilla. Su mano temblorosa alcanzó el rostro de Chaeyoung, acariciando suavemente su piel húmeda. — Lo intenté todo, hice todo lo que estaba a mi alcance...

Chaeyoung negó con la cabeza, incapaz de aceptar lo que estaba sucediendo. — Dijiste que estaríamos juntas... que... que nos casaríamos...

Mina sintió una punzada en el corazón al escuchar esas palabras. Sus promesas, las que había hecho con el alma llena de amor y esperanza, ahora eran el eco de un futuro que nunca llegaría. Se tragó el nudo en la garganta y miró el anillo que Chaeyoung llevaba en el dedo. El anillo que ella misma le había dado, un símbolo de su promesa, no un compromiso oficial, pero para ellas significaba todo.

— Perdón por no cumplir todas mis promesas... — La voz de Mina se quebró. — En especial... la promesa de casarme contigo...

Chaeyoung apretó los labios, luchando contra el torrente de emociones que amenazaba con desbordarse. — No me importa, no necesitas prometerme nada... sólo quédate conmigo... por favor...

Mina sintió que sus fuerzas la abandonaban. Sabía que debía ser fuerte, por ambas. — No quiero que te aferres a mí, ni a cosas mías, amor... — Susurró, intentando mantener el tono firme, pero su voz traicionó la angustia que la consumía. Se inclinó hacia adelante y unió sus labios con los de Chaeyoung en un beso lleno de dolor y despedida. Fue un beso largo, desesperado, como si quisiera grabar en su memoria el sabor de sus labios, la calidez de su aliento, y la suavidad de su piel.

Mientras sus labios seguían unidos, Mina deslizó lentamente el anillo del dedo de Chaeyoung, asegurándose de que no se diera cuenta. Sabía que si Chaeyoung se aferraba a ese anillo, seguiría aferrada a un amor que estaba condenada a perder. Cuando el beso terminó, Mina mantuvo su frente apoyada en la de Chaeyoung por un breve instante, sus ojos cerrados mientras intentaba contener un nuevo torrente de lágrimas.

— Te amo... — susurró Chaeyoung, su voz apenas audible.

— Y yo a ti... más de lo que imaginas... — Mina respondió, antes de dar un paso atrás, dejando que sus manos se separaran. — Pero tengo que irme...

Chaeyoung sintió el vacío de sus manos y miró a Mina con desesperación. — Mina...

Pero Mina ya había dado media vuelta, caminando con pasos pesados hacia la puerta de embarque. Cada paso era una puñalada en su corazón, pero sabía que no podía mirar atrás, porque si lo hacía, su voluntad se desmoronaría por completo.

Chaeyoung se quedó allí, congelada, mientras veía a Mina alejarse. Su corazón latía con fuerza, y su mente no podía aceptar que ese sería el último adiós. Intentó llamarla de nuevo, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

Mina no miró atrás ni una sola vez, aunque su alma gritaba por hacerlo. Cuando finalmente desapareció de la vista de Chaeyoung, un sollozo escapó de sus labios, y su cuerpo se dobló por el peso del dolor. El anillo, que siempre había estado en su dedo, ahora faltaba, y no tardó en darse cuenta. Miró su mano, confundida, pero el vacío que sentía en su corazón era más grande que cualquier cosa.

One Shots - Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora