Pusieron rumbo a la ciudad de Morgoria.
Los relatos acerca de Morgoria, la ciudad que se encuentra sumergida en las profundidades de los lagos y ríos más transparentes, han fascinado a quienes han tenido la oportunidad de escuchar sobre ella. Según las narraciones y leyendas, Morgoria es el refugio de las Morgens, espíritus acuáticos, la gran mayoría femeninos cuya belleza es tan deslumbrante que podría conquistar incluso al corazón más resistente.
Se dice que las Morgens, guardan similitudes con las sirenas en su atractivo, poseen la habilidad de atraer a los hombres mediante su apariencia radiante y su luminosidad subacuática. Este brillo, tan potente que algunos aseguran que puede cegar a quienes lo contemplan directamente, es uno de los muchos enigmas que rodean a estas misteriosas entidades. La luz que emana de ellas, así como la que parece inundar la ciudad de Morgoria, se dice que tiene el poder de hipnotizar y desorientar a aquellos que se atrevan a mirarla.
No obstante, estas cautivadoras historias son, en última instancia, un misterio envuelto en mitos. No existen pruebas concluyentes de que Morgoria exista tal como la describen las leyendas, ni que las Morgens posean los poderes mágicos que se les atribuyen. Lo que se conoce con certeza es que la fascinación por estos relatos perdura, alimentando la imaginación y el asombro de quienes anhelan desvelar los secretos de un mundo oculto bajo las aguas serenas de lagos y ríos.
—¿A que distancia se encuentra la ciudad?— preguntó William.
—Por el mapa que mostró Freya, no está muy lejos, de echo, no creo que llegue a un día de camino, hoy seguramente llegaremos.
—¿Os dais cuenta de que nos dirigimos a una ciudad que nadie vio jamas?— preguntó Jackson.
—Sí...Pero si Freya se lo mostró a Caroline, significa que es real— respondió Irina.
William sostuvo la mano de Caroline, y ambos intercambiaron miradas, asombrados por la conexión silenciosa que surgió entre ellos.
—¿Podemos hablar?— le preguntó él.
—Sí, ¿que ocurre?
Él guardó silencio un momento porque sobre lo que quería hablar era un tema peliagudo.
—Carol...—la miró a los ojos con preocupación y dolor. —¿Te quieres morir?
Caroline permaneció estática, asombrada por la interrogante. El sudor empezó a brotar en su frente mientras sus ojos se desplazaban nerviosos de un lado a otro, intentando encontrar algo en su entorno que le ayudara a eludir la mirada de William y, con ella, su persistente pregunta.
—¿Morir? No, yo...yo no...¿Cómo has llegado a esa conclusión Will?— preguntó nerviosa.
—Solo responde.
Caroline comenzó a sentirse más ansiosa. Su respiración se volvió más rápida y, al intentar contestar, empezó a balbucear. —No, yo... no, en fin... no estoy segura...
—¿Qué no estás segura? Entonces sí has pensado en morir...
—No, no, a ver, Will estás nervioso y no piensas con claridad, cálmate.
—No, no, pienso con claridad Caroline, te oí en la madrugada, hablabas de eso con Nira.
Caroline se cubrió los ojos con la mano, tratando de encontrar la calma. —Está bien...A ver... —susurró, con la voz ligeramente temblorosa mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas.
—Quiero una explicación, por favor.
Caroline se volvió para observar a los demás que la seguían de cerca. Sin dudarlo, avanzó unos pasos y, con un delicado tirón, tomó a William del brazo, instándolo a acompañarla. Deseaba alejarse un poco del grupo para encontrar un instante de intimidad.
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La Arquera
FantasyCaroline, perdida y agotada por la monotonía de su vida, nunca imaginó que su destino estaba a punto de cambiar. De repente, se encuentra en un reino mágico, oculto y desconocido, repleto de criaturas extraordinarias y paisajes inimaginables. Pero n...