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Semanas después, Caroline parecía estar mejorando emocionalmente gracias a Irina, pero su compañía no fue lo suficientemente fuerte como para borrar la idea de William de su mente. Aunque disfrutaba de la compañía y el apoyo de Irina todos los días, había momentos en los que su corazón se sentía pesado, atrapado entre los recuerdos que la ataban al pasado y el deseo de avanzar. Las risas y las conversaciones profundas con Irina le brindaban alivio, pero la sombra de William seguía presente, como un eco que nunca desaparecía por completo.

Caroline había estado tratando de encontrar el momento adecuado en los últimos días para contarle a Irina cómo se sentía. Con frecuencia se encontraba atrapada en sus pensamientos y analizaba cada palabra y gesto, temiendo que sus sentimientos pudieran dañar a Irina. Se dio cuenta de que Irina estaba claramente enamorada de ella, lo que complicaba las cosas. Caroline no quería ser injusta; no quería que Irina pensara que todo había sido un juego para ella, porque la verdad era que su vínculo significaba mucho más de lo que podía expresar. Cada pequeño momento compartido, cada mirada cómplice, cada sonrisa había dejado una marca en su corazón.

Se armó con valentía, consciente de la necesidad de ser honesta. Sabía que debía hablar con todas ellas, reunir a sus amigos y expresar sus emociones. Era un paso difícil dar, pero sentía un peso en su pecho cada vez que pensaba en seguir ocultando sus sentimientos. No solo quería ser transparente para el bien de Irina, sino también para su propia tranquilidad. Había reflexionado mucho sobre su relación con Irina y lo que significaba para ella en un momento tan tumultuoso durante esas semanas.

Un día, tomó la decisión de abrirse y expresar su opinión. Reunió a todos en el salón con el corazón latiendo con fuerza y un nudo en el estómago. Se encontraba ansiosa, como si cada palabra que dijera pudiera cambiar su vida. Quería ser completamente honesta, sin rodeos, pero también sabía que debía tener cuidado con los sentimientos de Irina. Caroline respiró profundamente mientras todos se acomodaban, preparándose para lo que iba a decir, consciente de que este momento podría ser crucial para cada uno de ellos. En el momento en que se miraron, experimentó el peso de la verdad que tenía que compartir.

—Imagino que no tenéis ni idea de porque os he reunido aqui...

Todos negaron con sus cabezas.

—Todos sabéis porque paso tanto tiempo con Iri últimamente y...—hizo una pausa—. Yo sé que William no me ha abandonado, él no ha vuelto por una razón y os pido que me ayudéis a investigar y a ayudarlo, tengo un presentimiento de que Logan lo tiene.

Casi todos se llevaron las manos a la cabeza.

—Pero Carol, quizás él...Se fue de verdad— le contestó Jackson.

—No, él me hizo una promesa, sé que algo le sucedió aquella noche.

Irina comenzó a comprender que Caroline estaba interesada en buscarlo. Aunque estaba dispuesta a ayudarla, sabía que Caroline la dejaría atrás tan pronto como lo encontrara. Aunque deseaba ayudarla, esperaba que tardara en descubrirlo. Estaba convencida de que su vínculo terminaría cuando eso sucediera, por lo que no quería que lo que tenían se acabara. A pesar de negarlo desde el día en que conoció a Caroline, siempre supo que siempre fue él para ella, siempre fue William, a pesar de todo lo que habían vivido juntos.

—Carol...Si de verdad crees que alguien lo tiene, sé que te imaginas quien lo tiene retenido, por lo que...lo hace mucho más peligroso, él te matará como vuelvas ahí.

—¿Y a William no lo mataran? ¿Qué quieres decir? ¿Que yo no vaya, para no morir y que muera él?— preguntó enfadada.

—No...Pero...Si te pasará algo por él...

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