La Arquera

39

Sobresaltada Caroline abrió los ojos rodeada de sus amigos y recostada en el cuerpo de alguno de sus amigos que aún no había reconocido, angustiada y asustada por lo que había vivido recientemente empezó a temblar levemente. Sus ojos empezaron a buscar a cada uno de sus amigos, excepto a William ya que lo daba por muerto. Al recordar aquella escena empezó a llorar.

-¿Qué ha sucedido ahí dentro Carol?-preguntó Irina preocupada.

-Él ha muerto...-ninguna lagrima más salió de sus ojos ya que no se creía esas palabras.

-¿Quién es él, Carol?

-William...Los hombres de Logan lo mataron...

Todos la observaron perplejos, sin comprender nada. El individuo que la sostenía se rió con dulzura y le acarició el cabello.

-Si estuviera muerto no podría acariciar tu suave melena, rubita.

Ella se quedó paralizada al oír su voz. Sus palabras le impactaron como un trueno, y parecía que su corazón se detuvo por un momento. Con los ojos ampliamente abiertos, la confianza la inundó, mientras su respiración se volvió entrecerrada. El escalofrío se extendió por su cuerpo, moviendo suavemente su cabeza para percibir lo inimaginable: él estaba vivo.

-Tú...-dijo ella procesando lo que sus ojos acababan de ver.

-Y tú que- dijo él mirándola a los ojos.

-¿Estás vivo? Yo te vi morir...-pregunto ella ilusionada y asustada a la vez.

-Claro que lo estoy- dejo escapar un par de risas muy bien disimuladas. -Si no lo estuviera, no estaría acariciando tu rubia melena, rubita- volvió a reír.

-Ya entendí que estás vivo, pero no entiendo porque te vi desangrarte y ahora estoy aquí recostada en tu regazo.

-Jugaron con tu mente, estabas en una de tus pesadillas-le explicó él.

-Dime que esto ya no e una, por favor...

-No lo es, lo juro, todos nosotros somos los verdaderos, ninguno de nosotros somos una alteración, tranquila- acarició su cabello mientras se lo recordaba varias veces seguidas, después beso su frente.

-No te merezco, a ninguno- les dijo sonriente mirando a todos sus amigos.

-Imaginamos que ahí dentro vistes cosas horrorosas, pero...¿hay algo que debamos saber?-le preguntó Arion.

Caroline elevó su mano izquierda gradualmente hasta su hombro, en busca de la presencia de William. Apenas lo tocó, arrojó la mirada hacia el suelo, tratando de movilizar las fuerzas necesarias para expresar lo que pensaba. El silencio se volvió agobiante, pero William, sin ejercer presión, murmulló:

-Tranquila Carol, tomate tu tiempo, esperaremos.

Arion intercedió con un tono calmado y reconfortante:

-Por supuesto, tómate el tiempo que necesites.

Caroline levantó la mirada, notablemente alterada, y dejó escapar las frases que parecían impactarle:

-Logan... -su voz titubeó antes de proseguir- Me ha declarado la guerra...

El ambiente se volvió tenso de inmediato, sin embargo, Irina, con un destello de anticipación en la mirada, inquirió con rapidez:

-¿Y tú qué respondiste?

Caroline la observó de manera directa, sus ojos cargados de resolución:

-Que obviamente que iremos. Lucharemos por todo Cyndor.