Pero... era el unico

4 1 0
                                    

La noche se torna más oscura a medida que la lluvia comienza a arreciar, convirtiendo las calles en un campo de sombras danzantes bajo las luces parpadeantes. 

Hunter y yo caminamos juntos, su mano firme en mi muñeca como si intentara protegerme de algo más que la tormenta. 

Pero la sensación de peligro no viene del cielo; viene de algo mucho más cercano.

- ¿Por qué siento que nos siguen? - murmuro, mirando de reojo hacia las sombras.

Hunter frunce el ceño, sus ojos ámbar brillando bajo la luz tenue de un poste.

- Porque lo están haciendo. No mires atrás, Aria.

Mis nervios se disparan. 

Intento mantener la calma, pero el sonido de pasos apresurados detrás de nosotros confirma sus palabras. Cuando giramos una esquina hacia una calle desierta, los veo: el pelirrojo, el pelinegro y los demás chicos de la heladería están parados frente a nosotros.

- ¿A dónde creen que van?-  dice el pelirrojo, su sonrisa burlona iluminada por un relámpago en el cielo.

Hunter da un paso al frente, colocándose entre ellos y yo. 

- ¿Qué quieren? Ella no tiene nada que ver con esto.

 - Eso no es lo que creemos, - dice el pelinegro, dando un paso adelante. - La chica se ha metido en un asunto que no comprende. Pero tú, Hunter... tú sí sabes lo que está en juego. 

¿Qué demonios está pasando? 

Yo no les he hecho nada a ellos, ni los conosco.

Mi mente da vueltas mientras los observo, incapaz de comprender las palabras que se están intercambiando.

- Aria, retrocede, - dice Hunter sin mirarme. Su voz es grave, y sus hombros se tensan como si estuviera preparándose para algo.

- ¡Ah, vamos! No puedes pelear solo, - se burla uno de los chicos.

El aire alrededor de ellos cambia, volviéndose más pesado, casi sobrenatural. 

El pelirrojo levanta una mano, y algo oscuro y serpenteante comienza a formarse en su palma: una especie de energía negra que chisporrotea con una intensidad peligrosa.

- ¿Poderes? - susurro incrédula, retrocediendo un paso.

Antes de que pueda procesar lo que está viendo, Hunter levanta una mano y chasquea los dedos. 

Una llamarada de fuego azul emerge de su palma, iluminando la calle con una intensidad ardiente.

- ¿Poderes?- me repito, pero esta vez es en un grito ahogado.

- No te acerques, Aria, - me advierte Hunter, mientras su fuego crepita en su mano. "Esto es entre ellos y yo."

- ¿En serio crees que puedes protegerla? - dice el pelinegro. Sus ojos brillan con un tono extraño, como si estuvieran vacíos y llenos de una oscuridad interminable. 

-Esta vez, no saldrás de aquí tan fácilmente. 

La pelea estalla en un instante.

El pelirrojo lanza su ataque, una ráfaga de energía oscura que se dirige directamente hacia Hunter. Él responde con un movimiento rápido, lanzando una bola de fuego que choca contra la energía negra, creando una explosión que retumba en el aire y hace vibrar el suelo bajo mis pies.

- ¡Hunter! -  grito, sin saber qué hacer mientras retrocedo hacia la pared de un edificio cercano.

Hunter no responde. 

Detras de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora