El peso del libro en mis manos parecía multiplicarse a medida que lo abría, sus páginas gastadas exhalando un aroma a viejo, a historia y a peligro. Los símbolos escritos en tinta negra parecían moverse bajo la luz tenue de la sala, como si estuvieran vivos, danzando al compás de un ritmo invisible. Hunter se mantuvo a mi lado, su postura protectora, mientras que Steve, más apartado, observaba en silencio con sus ojos dorados brillando a la luz de las velas.
—¿Qué es exactamente lo que estoy buscando? —pregunté, mi voz apenas un susurro.
Steve se acercó, deteniéndose a unos pasos de la mesa. Su semblante era serio, incluso para él.
—Busca una inscripción que hable del "Nexo". Es el punto donde las dos luces convergen, donde puedes conectarte con la esencia que compartes con tu hermana.
—¿El Nexo? —Hunter repitió, cruzándose de brazos—. ¿Por qué todo esto suena como una trampa para invocar algo que probablemente quiere matarnos?
—Porque podría serlo —respondió Steve sin inmutarse.
Hunter lo miró como si estuviera a punto de lanzarle una silla.
—¡Eso no es tranquilizador, Steve! ¿No se te ocurrió pensar en un plan que no involucre sacrificar a Aria en el proceso?
—Esto no es un sacrificio —replicó Steve, su tono afilado—. Es un paso necesario. Y si estás tan preocupado, entonces tal vez deberías dejar de quejarte y empezar a ser útil.
—¡Ya basta! —interrumpí, cerrando el libro de golpe. Ambos se callaron, aunque sus miradas seguían lanzando chispas—. Si vamos a hacer esto, necesitamos estar unidos. No puedo con sus peleas constantes.
Hunter suspiró, masajeándose las sienes, mientras Steve permanecía inexpresivo. Me volví hacia Margot, que estaba sentada en una esquina de la habitación, observando en silencio con una leve sonrisa de satisfacción.
—¿Qué opinas tú? —le pregunté—. ¿Es esto seguro?
Margot se encogió de hombros, una respuesta tan tranquilizadora como un "tal vez".
—Nada en la vida es seguro, niña. Pero lo que haces ahora definirá no solo tu destino, sino el de todos los que te rodean. Si quieres encontrar a tu hermana, debes seguir adelante. Si no, puedes dar media vuelta y vivir con las preguntas.
Inspiré profundamente y volví a abrir el libro. Pasé las páginas una por una hasta que encontré lo que Steve había mencionado: el Nexo. Los símbolos eran aún más intrincados aquí, las palabras escritas en un idioma que parecía provenir de otro tiempo, tal vez incluso de otro mundo.
—Aquí está —dije, señalando el texto.
Steve se inclinó para mirar mientras Hunter observaba desde mi lado. Margot se acercó también, sus ojos grisáceos brillando con un interés renovado.
—El Nexo no es solo un lugar —dijo Steve, leyendo las palabras en voz baja—. Es un estado. Necesitarás alcanzar un equilibrio perfecto entre tu luz y la de tu hermana. Solo así se abrirá el portal.
—¿Y cómo hago eso? —pregunté, sintiendo el peso de la tarea aumentar.
Steve tomó una pausa, sus palabras cuidadosas.
—Tendrás que dejar ir. Todo. Tus miedos, tus dudas, incluso tus ataduras emocionales. Si hay algo que te mantiene anclada a este mundo, el Nexo lo rechazará.
Hunter gruñó, señalando a Steve con un dedo.
—Déjala ir, dices. ¿Y qué pasa si ese proceso la consume? ¿Qué si pierde algo más que sus miedos? ¿Vas a asumir la responsabilidad, Steve?
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Detras de sus ojos
FantasyLa muerte de su hermana cambió todo para Aria. Un misterio sin resolver, secretos que se ocultan tras cada sombra, y una verdad que parece querer devorarla. ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Y por qué la vida de Aria ahora está marcada por la oscuri...