-19-

121 11 2
                                    

El humo era asfixiante, sofocante en exceso, y me desagradaba profundamente. Apenas crucé las puertas del castillo en busca de Nolay y Acier, sentí como si mi cuerpo se volviera pesado. Intenté dispersar el humo, intensificando mi niebla para abrirme paso. Incluso probé un nuevo hechizo, uno que me permitiría localizar cualquier cosa cubierta por mi niebla. Escombros, más escombros... ¿tal vez mobiliario de alto valor junto con cuadros? Nada que me interesara, por el momento.

De repente, sentí un tirón, uno tan fuerte que me erizó la piel, haciendo que mi neblina se desvaneciera. Era un tirón que iba más allá de simple magia, algo casi primitivo, familiar. ¿Instinto, tal vez?

No se en que momento ni como mis piernas actuaron por si solas que termine en una habitación destrozada había humo, demasiado. Apenas podía ver a través del humo que se pegaba a mi piel. Cuando se disipo vi a Solid que tenia su ojos afilados y sus brazos sangraban, no entendí que sucedía cuando al fin capte a Nozel que estaba paralizado un poco mas lejos estaban Nolay y Acier  detrás de una criada que torpemente intentaba protegerlos.

Acier estaba asustada, casi temblando y detras suyo Nolay. ¿Que mierda?.

No fue lo mas elegante, ni lo mas apropiado en pensar, lo capto. Pero aun asi, no sabia que mas pensar, ¿en esto se convirtió mi casa?, ¿Por qué hacen esto?, ¿Cuál es el motivo?, mi mente buscaba respuestas lógicas, pero no había, estaba estancada ahí, sin saber que hacer o como reaccionar.

Alejate!

La orden de Solid me sacudio, vi al mago frente a Nozel, aprovechándose de su parálisis para apoyarse en el.

―¿Porque?, dame una razon para hacerlo. Ustedes, la realeza, no son mas que solo insignificante egoístas y embusteros, buscando cualquier medio para obtener lo que quieren― sonrio de forma retorcida― Y yo, busque el medio de lastimar a esos niños, ¿son algo suyos?, asi como la realeza me quito todo a mi, no me detendré en devolverles el favor.  Este chico parecio entenderlo― risueño hablo refiriéndose a Nozel que de forma atrevida toco ese extraño arete.

Ese fue el detonante, estuvo a un paso de abrir mi grimorio pero Nozel se adelanto, miro directo en los ojos del intruso con una mirada vacia, sin brillo, tan inexpresivo que me helo la sangre, movio su boca, pero por la distancia no descifre que dijo, simplemente lo pateó con una fuerza que lo hizo rodar por el suelo.

Mi conciencia me empujo a un intento de correr hacia Nolay y Acier, me jalaron de la cintura y choque contra la pared.

―Malditos nobles!― logré escuchar.

Senti un crujido en mi cabeza, mis tímpanos chirriaron, parpadeé, tratando de enfocarme, Solid estaba golpeando al mago y en un intento de levantarme senti un dolor punzante en mi pierna que me detuvo, mi tobillo estaba atrapado bajo un escombro. Usé mi magia para liberarme, pero el dolor seguía ahí, punzante, tan intenso que me daban ganas de rendirme.

Pero supongo que no era el momento y mucho menos el lugar. En otro momento simplemente hubiera caido y eso era todo, pero de alguna forma esto era distinto, nadie nunca ha intentado atacar mi casa de alguna manera era estimulante ver como un salido de la nada simplemente queria hacer una guerra con mi apellido, pero había algo mas, mi orgullo, mi honor, los sentia en peligro, no quería desistir, no ahora.

Mientras Solid seguía luchando, Nozel corría hacia los niños, dejando lanzas de mercurio detrás de él. El mago gritaba, aunque no podía escuchar nada con claridad, alzo su manos para crear mas humo.

Con un rápido movimiento, el mago materializó el humo, dándole forma de flechas que disparó hacia Nozel. Al mismo tiempo, un escombro cayó sobre Solid. Abrí mi grimorio, creando siluetas ilusorias de mis hermanos para confundir al mago.

Mi hermoso deslizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora