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El amor es hermoso cuando ambas personas están juntas y son conscientes de ello, pero asi como puede ser hermoso puede ser destructivo y doloroso. Pero, ¿qué ocurre cuando uno se da cuenta demasiado tarde? Fuegoleon Vermillion vivía atrapado ahora en lo que se podría llamar una jaula que es la vida, había agarrado una escopeta y se disparo el pie, metafóricamente, por mucho que duela, el había elegido todo esto, ¿acaso es masoquista o el ser humano es así?, quien sabe. Actualmente un año y medio de un "feliz" matrimonio, casado con Julia, una mujer a quien respetaba pero no amaba, reconocía lo comprensiva y amable que era, pero no era aquel que amaba; no le llegaba ni a los talones, su corazón aún latía por alguien más.

Ah, el destino y sus caprichos. Hace tiempo donde las semanas se conviertieron en meses y proximo a convertirse en un año había compartido su cama y su vida con Nozel Silva, su verdadera pasión, su amor solo era para alguien y ese alguien era tal impasible hombre. Juntos vivieron momentos de intensidad y complicidad, en aquel tiempo donde sus instintos estaban en la cima de la montaña rusa no supo reconocer la profundidad de sus sentimientos y cuando pudo reaccionar fue tan tarde que ya había formado una familia. Fue solo cuando se caso y el se fue, lastimado por su alma fue cuando Vermillion comprendió la magnitud de su amor por el. ¿No es irónico cómo a veces la claridad llega cuando ya es demasiado tarde?

Fuegoleon se quedó anclado en el pasado, incapaz de olvidarlo. Todos los días, sin falta, su imagen aparecía en su mente: los roces, el tacto, aquella sonrisas desapercibidas, la forma en que sus ojos se iluminaban cuando hablaban. Aunque estaba rodeado por su familia, una parte de él siempre se sentía incompleta, añorando la tranquilidad y inmensa felicidad que había dejado escapar.

Y así, Fuegoleon seguía adelante, cumpliendo con sus deberes diarios, mientras en su interior, el recuerdo de Nozel seguía vivo como una obra de arte con los pigmentos mas vivos que pudo ver, como una punzada de lo que podría haber tenido si tan solo hubiera actuado a tiempo. El amor no correspondido, o mejor dicho, el amor reconocido demasiado tarde, puede ser una carga pesada de llevar a tal punto que cada día que pasa se vuelve como una cruz cada ves mas y mas pesada. Y el bermellon la llevaba cada día, con la esperanza, quizás vana, de que algún día el dolor disminuiría, pero seamos realistas, eso nunca pasara aunque se arrodille ante un ser omnipotente. 

Ahora, parado frente la cuna mientras veia a su cachorro de meses aferrarse a su camisa parecia una bofetada de la realidad, miro con cuidado al niño poseedor del rostro de su madre y la apariencia de su padre, las manchas rojas heredadas que caian al rededor interno del ojo en el esquinal. El pequeño niño tenia sus ojos cerrados buscando mas calor de su padre.

Fuegoleon apaciguo su mirada, ahora era padre, sintio un tiron fuerte que lo hiso apretar mas al niño y en un susurro hablo.

—Disculpa.

Fuegoleon comenzo a disculparse con el mientras lo apretaba mas contra su cuerpo, su pequeño hijo habia sido producto de una noche donde no supo manejar su celo, el no queria hijos con Julia por la sencilla razon que no la amaba, el podria decir con seguridad los gustos de la muchacha, lo que le asusta, lo que le apasiona, pero no podia decir que la amaba, se sentia tan culpaba de tener un hijo que creceria en mentiras y eso a el le desagradaba tanto que lastimaba su alma.

El pequeño niño no merecia eso, merecia una familia donde si hubiera amor de verdad, donde hubiera sido tan deseado que su noticia hubiera alegrado a todos y si lo hiso pero no para el, pero no era su culpa, era la de el por ser descuidado.

Mirando por ultima ves al niño que ahora estaba en la cuna no pudo evitar ser atacado por los recuerdos de alguien que hasta el dia de hoy lo pone nervioso, tapo su boca, y los pensamiento de lo que pudo ser su vida atacaron.

Mi hermoso deslizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora