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Sabía exactamente dónde se metía, sabía que entregarse a ese León era su perdición, pero aún así, no le importo. Corrió el ri...
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El tiempo paso mas rápido de lo que creí, cuando Fuegoleon hizo su inesperada aparición antes de estar en Corazón, Charlotte me miraba con duda todos lo dias, sin falta, mi conexion con ella dio un paso abismal, nuestra magia se complementaba a la perfección, ahora la considero alguien importante en mi vida como una amistad, claro esta. Y un amigo como me dijo ella aquella ves donde tuve mareos y vomite.
—Los amigos están para apoyarse y escucharse entre si, ¿no?. Te considero un amistad valiosa, eres el primer hombre que me cae bien.
Y llore, mis cambios de humor los pagaron Charlotte junto con Solid y Nebra, Nebra me dijo que era un llorón me ofendí y lagrimie, fue tanta vergüenza, jamas me había sentido tan vulnerable en toda mi vida, Solid huía de mi era divertido, y Charlotte bueno ella me daba apoyo en lo que podía pero terminaba apenada. Conocí a la reina de Corazón, si pudiera describir la primera impresión diría que fue curiosa, era una mujer bella pero apenas dio cinco pasos resbalo encima mio y de Charlotte que la atrapamos antes que su cara chocara contra el suelo, tenia un espíritu guardián del agua Udine, ella fue la segunda en recibirnos, su mirada era pesada y penetrante junto con otro llamado Gadjah, el era serio y mas disimulado. Conocí a otros espíritus guardianes su forma de combate y uso de magia es fascinante, todos ellos incluidos sus pobladores tenían una conexión profunda con el mana natural y la expresaban en hechizos basados en runas denominados "magivocablos", aprendí mucho en mi estancia, Lolopechka era muy amable, aunque era torpe y se distraía con los mas mínimo se tomaba muy enserio el papel de Reina, ella me huso salir de mi zona de confort junto con Floga el otro espíritu guardián, era calmado pero divertido, todos eran muy amables conmigo y fueron pacientes, estaré enteramente agradecido con cada uno de ellos. Especialmente con Potrof que tenia un complejo de padre siempre tenia algo que ofrecer, desde las frutas mas frescas y dulces, hasta sus platillos culinarios, si no fuera un guardián lo contrataría como mi chef personal, Sarado bueno ella, ella era ella, muy entusiasta siempre veía algo bueno en todos pero muy perspicaz y Udine, ella me aterraba claro trataba de no mostrarlo pero estar embarazado me hacia mas sensible y cuando estaba cerca de ella era propenso a sentir escalofríos, siempre me miraba como si yo fuera un objetivo, nunca entendí el porque hasta que un día estuve a solas con ella.
—Usted es muy callado, ¿sabe?, y muy fuerte, debo reconocer.
Que me hablara de repente me erizo, me dedique a asentir.
—¿Como lo hace?.
—¿Hacer que?, disculpe.— esa ves la mire y me arrepenti.
Su mirada era penetrante pero su voz dulce, rio de forma suave.
—Me sorprende que puedas seguir el entrenamiento a la perfección a pesar de tu embarazo.
Mi boca se abrió y mis cejas se alzaron, sentí escalofríos por todos lados y luego fruncí el ceño, ¿Charlotte le contó?, me sentí furioso.
