Recuerdo Amari

capituló 9

Iwaizumi comienza a comprender cuánto le preocupa su mejor amigo cuando siente miedo al verlo sonreír.

De hecho, es un sentimiento de aprensión que le revuelve las entrañas cuando, poco antes del almuerzo, la voz alegre de su amigo lo llama. Se da vuelta para ver una sonrisa en sus labios que parece casi maquiavélica.

-¿Qué es? pregunta, tratando de no mostrar su malestar.

Los ojos de Oikawa brillan con picardía; De debajo de su corona, colocada precariamente sobre su cabeza, se escapan mechones salvajes. Se ha arremangado las mangas de su manto real, y su estado, el rubor que recorre sus mejillas y su dificultad para respirar, atestiguan una carrera por el castillo en busca del caballero.

-Lo encontré, dijo. Sé cómo voy a escapar de este matrimonio.

Iwaizumi espera lo peor. Con razón.

-Me voy a casar con Tobio. Y me gustaría que fueras nuestro testigo.

El caballero pone su cabeza entre sus manos; va más allá de todo lo que podría haber imaginado. Oikawa parece ajeno al mundo que lo rodea, ciego a sus responsabilidades. Pero al mismo tiempo, ¿cómo podemos apartarlo de la única fuente de felicidad sincera que ha encontrado en la tierra?

-Oikawa, suspira pellizcándose el puente de la nariz en un gesto característico. ¿De verdad crees que esta es una buena idea?

-Es la mejor opción, responde el rey entusiasmado. De esta manera, podré expulsar a Ushijima fácilmente. Sólo tendré que decirle que ya estoy comprometido y que este matrimonio no se puede romper.

-Bien, responde Iwaizumi. Y Ushijima va a dejar que eso suceda, por supuesto.

-No le quedará otra opción. No puede hacer nada contra las leyes sagradas.

-Él cazará a tu arquero, lo capturará, lo torturará tal vez, pero ciertamente lo matará -y tú quedarás viudo y nuevamente en el mercado matrimonial, a su disposición. ¿Es esto lo que quieres? No puedes obligarte a mantener este asunto ilegítimo, tienes que hacer alarde de él ante todo el mundo, ¿durante el poco tiempo que puede durar antes de que llegue Ushijima, en apenas un mes?

-Ese es el punto. Será una boda secreta. De esta manera Tobio estará protegido, ya que nadie sabrá que él es el que elegí.

-Pero nadie podrá dar fe de que usted esté realmente casado, en este caso.

-Un sacerdote, un testigo, palabra mía, eso es todo lo que se necesita. Pueden dar fe sin revelar.

Iwaizumi se apoya contra la pared de piedra y se cruza de brazos. Él ve las ventajas y desventajas de este enfoque, pero ¿cómo negarle algo a Shiratorizawa? ¿Cómo podemos frustrarlos de esta manera y arriesgarnos a un conflicto?

-Shiratorizawa se está preparando para un viaje largo y difícil, dijo lentamente. Cuando lleguen aquí, no podrás devolverlos inmediatamente a la carretera. Estaba previsto que las negociaciones duraran varios días o semanas. Tendrás que llegar a un acuerdo con Ushijima para compensar este matrimonio fallido.

Iwaizumi inmediatamente se arrepiente; tiene miedo de haber hablado demasiado rápido y de que Oikawa lo malinterprete. No debe permitirse verse arrastrado a negociaciones en las que Shiratorizawa explotaría esta negativa al matrimonio para extorsionar las riquezas de su reino como reparación. El brillo serio en los ojos del rey lo tranquiliza un poco y va más allá: