CAPÍTULO DIECINUEVE
primer strike
──── ◉ ────Los siguientes días, Sato no volteó a verla. Ni siquiera le dirigió la palabra más que para tomar el mismo tratamiento que le daba a los demás antes y después de cada juego. Y aunque se moría por las ganas de decirle algo o llamar su atención para preguntarle que le pasaba, su cerebro le ganaba y la hacia callar porque le daba cierta vergüenza el ser posiblemente ignorada por él.
Supuso que era la misma tensión sobre sus hombros al ser el jugador estrella de los Dodgers que lo tenían así de... ¿bipolar? Tal vez era un poco exagerado llamarlo así, pero es que Winter no tenía una mejor manera de expresarlo porque a veces él se comportaba de lo más normal y otras veces simplemente pasaba de su presencia.
Aunque era extraño, porque a veces la albina podía sentir su mirada durante los partidos, cuando a él le tocaba estar en la cancha, pero al prestar atención, nunca la encontraba.
Con lo que si se encontraba era con la presencia de esa tal Saki en una esquina exclusiva en las gradas, atenta a todos los movimientos del japonés al mismo tiempo que anotaba cosas en esa Tablet que parecía nunca soltar.
No podía evitar sentirse algo incómoda, pero el recordar la conversacion con Sato en el auto aquella noche la hacia sentir un poquito más calmada con respecto a la relación de ambos, o al menos es lo que se obligaba a si misma a creer, porque el hecho de que fuese Saki la que se acercara a Ken al finalizar cada partido como si nada, era algo que envidiaba y le molestaba en cierta forma.
¿Acaso había hecho algo mal en su último encuentro? ¿Él no habría quedado satisfecho y por eso prefería hacerle la ley de hielo a veces?
Era imposible que su pequeño corazón no le preguntara eso a su cerebro en cada oportunidad que tenía, haciendo que Winter se sintiera vulnerable y un poco preocupada en cuanto a su habilidad en el ámbito sexual, el cual por cierto, no era muy bueno que digamos.
La única distracción que tenía, por así decirlo, de todos sus pensamientos, era el cuidar de su hermanito. En cada visita al hospital, era como si ese pequeño le diera las fuerzas suficientes para seguir adelante y olvidarse de todo lo malo que tenía el mundo. En el trabajo, aunque no era el mismo sentimiento, era el fastidioso y alegre Nicolás quien solía acompañarla cada vez que tenía tiempo, y para su sorpresa, no solo era él sino Leon. Su guardia de macho alfa y serio se había estado bajando poco a poco desde aquel día en el que casi se peleó con Kenji, incluso hasta le había pedido disculpas por su actitud. A su manera indiferente y seca, pero lo había hecho. Es más, se atrevía a decir que era el mismo Leon el que la ayudaba a guardar sus herramientas pesadas más que el travieso de Nick.
Supuso que esa era su forma de remediar los malos ratos y miradas que le hizo pasar antes.
―¿Es la última? ―preguntó la albina cuando lo vio ingresar a la sala de casilleros con un enorme y pesado saco que parecía no incomodar.
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physiotherapist ; ken sato
Fanfiction𝗣𝗛𝗬𝗦𝗜𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥𝗔𝗣𝗜𝗦𝗧 | Las incontables deudas de Winter la hicieron aceptar un trabajo como fisioterapeuta para un reconocido beisbolista. ¿El problema? Es que era Kenji Sato. Y para su mala suerte, no sabía que aceptarlo como su paciente...