Sueños

1K 136 263
                                    

。 ₊°༺ ✯ ♖ C A R T E R ♖✯ ༻°₊ 。

Cuando era más pequeño, tenía un sueño recurrente que era bastante extraño. Era mi conejo, Bolas, que mágicamente había crecido del tamaño de un edificio, persiguiéndome y tratando de comerse mis ojos.

Y tengo ojos bonitos, así que obviamente no iba a dejarlo.

En fin, el punto es que ese sueño hizo que mojara la cama más de una vez, pero jamás supe cómo terminaba. Hasta hoy sigo preguntándome si Bolas de verdad quería comerse mis ojos o sólo corría detrás de mí porque quería aterrorizarme.

De hecho creo que era la segunda opción porque siempre que despertaba estaba mirándome con sus ojos que parecían inocentes pero sé que ocultaban algo más. Ese conejo estaba loco.

He tenido mascotas muy raras.

Mis sueños recurrentes siempre tenían que ver con Bolas o con mis padres sintiéndose decepcionados de mí. Probablemente mis dos más grandes miedos. Pero desde que decidí implementar mi gran plan en contra de Aspen, el condenado me molesta hasta en sueños.

He soñado con él hasta en mis ya típicas siestas en mi escritorio por la tarde, cuando mis padres tienen alguna reunión y sé que ninguno vendrá para reclamarme. Es el único momento del día en el que realmente me gusta estar en la oficina y Aspen tenía que venir a arruinarlo con su cara.

Hay pocas veces en las que me alegro de verlo, cuando sueño que trolls enormes lo rostizan o cuando forma parte de mis sueño en el que soy un juez de The X factor y puedo rechazarlo sin que haya cantado nada aún. También me gusta verlo cuando coincidimos caminando hacia nuestros edificios porque puedo molestarlo hasta que aprieta los dientes y tiene que pretender no querer ahorcarme como Homero Simpson lo hace con Bart.

Es mi entretenimiento diario.

No sé por qué estoy pensando en él cuando ahora debería concentrarme en no morir. No sé cuántas veces he vomitado hoy, es mi culpa por beber veinticinco diminutos vasos de vodka colorido, pero es que eran tan bonitos y brillantes. Casi idénticos a mí. Pero nadie es tan bonito y brillante como yo.

Abro los ojos para encontrarme con los de Andrea, qué lindos, creo que jamás he conocido otra persona con los ojos casi negros. Tal vez Andrea sea un marciano o un demonio que viene a comerse mi alma.

Eso sería genial, podría presumir que he sido el mejor amigo de un ente malvado todo este tiempo.

Bueno, eso puedo decirlo aunque Andrea sea humana.

—Car —pronuncia casi susurrando.

—Carter —dice Dany de la misma manera. ¿Qué demonios hace aquí? —. ¿Cómo te sientes?

Ah, no. Si desperté para escucharlos hablar como si esto fuera un podcast ASMR, prefiero volver a dormir. O morirme. Odio el ASMR.

—Me siento bien —respondo. Dios mi voz suena como si fuera un hombre de cincuenta años llamado Sebastian con adicción al juego. No es que esté criticando a mi padre—. ¿Qué hacen aquí? ¿Dónde estamos?

Andrea se sienta en la silla a mi lado para tomar mi mano. ¿Acaso me voy a morir y nadie se molestó en decírmelo?

Oh, había tanto que quería hacer aún. Como ir a Tailandia a robarme un elefante o saltar en bungee. Y conocer a Taylor Swift. O saltar en bungee con Taylor Swift y un elefante robado.

Ajá.

Algo así son mis sueños diarios.

—Will... —murmura. Ah, excelente. Justo quería escuchar el nombre de mi ex novio infiel cuando apenas despierto—. Él... él te dio algo, Car.

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora