Victoria

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。 ₊°༺ ✯ ♜ A S P E N ♜ ✯ ༻°₊ 。

Constantemente me pregunto por qué Carter no estudió periodismo o algo parecido en vez de negocios.

No es que sea completamente malo en lo que hace, es sólo que se ve mucho más divertido siempre que está entre cámaras.

No, olvídenlo, es una tontería. Si hubiera estudiado periodismo, él tendría que ser quien hiciera las preguntas. Y a Carter le encanta lucirse respondiéndolas, sonriendo exageradamente para cada cámara que se le cruce, jamás se le acaba el carisma.

O la paciencia.

Y aunque no lo admito tan seguido, admiro eso de él. Yo jamás he sido capaz de dar una buena entrevista sin querer abofetear al reportero, y es que hacen preguntas tan estúpidas que me hacen preguntarme si tienen mayor razonamiento que un niño de cinco años.

Hasta un niño haría mejores preguntas.

Como sea, el punto es que ahora no puedo moverme porque aún con tantas cámaras a su alrededor, sé que me vería y sería vergonzoso tener que explicar por qué llevo sentado aquí una hora, escondido detrás de una gran maceta en el lobby de KST.

La verdad no esperaba que Carter también llegara puntual. Nunca lo hace después de todo.

Pero hoy es un día especial.

Los reporteros revolotean a su alrededor, cada micrófono que colocan cerca de su boca tiene el logo de una cadena televisiva o revista diferente. En serio, ¿cómo hace para no aturdirse? Yo habría salido corriendo durante la primera pregunta.

No escucho nada de lo que dicen, pero tampoco es necesario. Me crucé con el mismo artículo copiado y pegado por todos los blogs de celebridades LGBT+ cuando pretendía revisar las acciones de KST esta mañana. Todos contenían la misma foto, que por cierto se nota que fue tomada por una cámara de -200 megapíxeles. Pero, ¡hey! Aún así nos permite apreciar el asqueroso beso entre Carter y William.

Nadie quería ver eso.

William. Ah, William. Siempre he tenido curiosidad por saber qué es lo que Crawford ve en él. Sé que no es mi asunto, sólo me gusta el chisme. Y la verdad tampoco soy ciego, desde que Will dejó la universidad para entrar en su faceta de director de películas baratas, se ha ido en picada tanto su vida como su higiene personal.

Y no, no estoy exagerando. La primera vez que se apareció por aquí vestido así, no lo reconocí y le di veinte dólares pensando que era un pordiosero.

Sólo me enteré de que no lo era porque Carter salió de Craw en ese momento para lanzarme el billete en la cara y arrastrar a su confundida bola de mugre dentro de su edificio.

Son como una de esas parejas extrañas que todos saben que no deben estar juntos porque le quitan el equilibrio a la vida o algo del estilo.

Es por eso que entiendo el interés de la prensa en su relación, pero no lo comparto, yo sólo creo que es idiota por haber vuelto con William. No sé como Carter soporta el olor a humedad cada vez que lo tiene cerca.

—¿Señor?

Estaba inclinado hacia adelante mientras observaba a Carter, así que la voz de Marcus casi hace que me caiga de boca al suelo. Por suerte logro sostenerme de una de las grandes hojas de la planta decorativa que está en la maceta donde me sigo escondiendo. Miro hacia adelante y suspiro aliviado al ver a Carter aún muy entusiasmado respondiéndole a un reportero mientras lo ve directamente a los ojos, como si estuviera hablando con cualquiera de sus amigos.

¿Cómo carajo lo hace?

—Perdón, no quería asustarlo, ¿qué está haciendo aquí tan temprano? —cuestiona Marcus, acomodándose el saco despreocupadamente.

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora