1 | Welcome to New York

2.9K 272 218
                                    

"Like any great love, it keeps you guessing
Like any real love, it's ever-changing
Like any true love, it drives you crazy
But you know you wouldn't change anything, anything, anything

Welcome to New York"



。 ₊°༺ ✯ ♖ C A R T E R ♖ ✯ ༻°₊ 。

—No.

—¡Pero mamá...!

—Carter, de verdad ya me cansé de decir lo mismo. Regresa al trabajo por favor, pareces un niño.

—Pero mamá, ¡sólo es una reunión pequeña!

—No me interesa si eres sólo tú bailando con tu amigo imaginario, aún así no tienes permitido hacer fiestas desde lo que pasó la última vez.

—¡Mamá, por favor! Will estrenará su nueva película el sábado y seré el peor novio del mundo si no lo festejo como se debe. Romperá conmigo y te quedarás sin nietos.

Resopla, hace que su silla gire para mirarme y le sonrío exageradamente.

—Bueno, sí es por Will...

Sonrío más al verla ceder tan fácil sólo porque se trata de él.

—Sólo veinte personas máximo —advierte, señalándome, mi cabeza comienza a descartar a quienes no me caen lo suficientemente bien—. Y a las doce se acaba, ni un minuto más.

—¿A las doce? ¿Quién me crees, Cenicienta? —bromeo, pero sólo hago que levante las cejas.

—Podrías serlo, pero te quedarás con mucho menos que una calabaza podrida para moverte si descubro que no cumpliste con mis condiciones, ¿entendido?

—¡No, mamá, con mi bebé no! —pone los ojos en blanco, como siempre que me escucha exagerar así sobre mi auto, se levanta, me acomoda la corbata y sale de su oficina conmigo detrás—. Pero entonces...fue un sí, ¿verdad?

Sólo se detiene para girarse, suspirar y contestarme entre dientes.

—Car, mi amor, te amo. Pero sabes que a mami no le gusta repetir las cosas...

No ha terminado de hablar, pero yo llegué al ascensor más rápido que el maldito flash.

Una cosa sobre mamá: cuando tiene esa expresión de prófuga del psiquiátrico, es mejor huir.

Sé que debería volver a mi oficina, pero mis impulsos ganan cuando presiono el botón de "lobby" en vez del piso 14.

Ups.

Meh, nadie se dará cuenta de que no estoy por un rato.

Saco mi celular de mi bolsillo con demasiada fuerza y este sale volando justo cuando las puertas se abren porque obviamente tengo muchísima suerte. Alguien se agacha para tomarlo y al ver el oscuro cabello en ondas sé perfectamente de quién se trata antes de que me lo entregue y yo se lo arrebate. Él también pone una cara como si hubiera pisado caca de perro y juro por Dios que estoy a punto de revisar mi zapato, pero contengo el impulso.

—Ah, Crawford. ¿Cómo estás? ¿Hoy también estás luchando a muerte con tu ego? —dice, limpiando su mano en su saco sin arruga alguna.

—Y veo que tú sigues tratando de compensar tu falta de inteligencia con sarcasmo, Kesington.

Se ríe, odio su risa.

—Al menos me esfuerzo por hacer algo al respecto, tú ni siquiera disimulas que eres un imbécil.

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora