El robo perfecto

Golpe de realidad

｡ ₊°༺ ✯ ♖ C A R T E R ♖ ✯ ༻°₊ ｡

—¿Qué pasó? Soy Will, deja tu mensaje y eso.

El jodido sonido de la contestadora de voz me rompe el tímpano por décima vez.

—Will, soy yo de nuevo, ¿dónde estás? —suspiro—. Lo siento ¿sí? Quiero verte, por favor llámame.

Termino la llamada en buen momento, casi me orino encima cuando veo a papá recargado en el marco de la puerta.

—¡Papá! Llegaste unos días antes...—él no dice nada, sólo sigue mirándome con su cara de Cabeza de las Islas de Pascua y luego cruza los brazos—Yo, eh...¿está todo bien?

Recuerdo algo de pronto y me siento sobre el escritorio para cubrirlo, sé que parezco un maldito tomate porque papá levanta las cejas, por suerte no tiene idea de lo que estoy escondiendo.

—Carter, ¿qué fue lo que hablamos hace un mes?

Cada vez que me habla con ese tono me pregunto si debería:

a) disculparme, b) correr, c) saltar por la ventana o d) todas las anteriores.

—Ahm —es lo único que sale de mí por unos segundos. Siempre he sido muy bueno con las palabras—. ¿A qué...? ¿A qué te refieres?

—Te dije que no quería más escándalos con la prensa.

Mierda.

Tomaré la opción d, muchas gracias.

—No he tenido escándalos últimamente...

—Ajá, ¿y golpear al hijo de mi rival? ¿A eso no le llamas escándalo? ¿Qué puedes decirme al respecto?

Que lo disfruté.

Un poco.

Sólo un poco.

—Oh —murmuro, nuevamente demostrando que sería un gran poeta—. ¡Pero fue Aspen quien comenzó, estaba molestando a Will y luego...!

—¡No me interesa quien comenzó, Carter! —exclama, severo—. Algún día serás la cabeza de esta empresa y también representarás a la familia, te lo he explicado millones de veces: lo que sea que hagas no sólo te afecta a ti.

—Lo sé y lo siento, ¡pero Aspen es quien empieza siempre...!

Un suspiro de decepción de su parte me hace dejar de hablar.

—Quiero que hables con Andrea, necesito saber cuál será nuestro plan de relaciones públicas tan pronto como sea posible —continúa, ignorándome por completo—. Tenemos que solucionar esta situación ahora antes de...

—Papá, de verdad, no creo que sea tan serio.

Se detiene, me mira y se frota los ojos con una sola mano antes de volver a mirarme, parece que va a explotar, ¿debería traer el testamento para que lo firme antes de que suceda?

—Este es justo el problema, Carter. ¿No puedes tomarte nada en serio? ¡No todo en la vida es un juego!

Me quedo callado porque creo que es lo mejor que puedo hacer ahora, entonces toma aire y se acerca más a mí, obligándome a acomodarme en mi escritorio para seguir sosteniendo lo que no quiero que vea con el trasero.

—Arregla esto, demuéstrame que puedes.

Cuando se va, por fin me levanto y eso hace que la bendita revista que compré por impulso caiga al suelo. Quiero reírme, pero papá está cerca y dijo que fuera serio. Así que con mi mejor cara de nada me importa la recojo y me quedo mirándola porque, Jesús, qué bien se ve Patrick Dempsey sin camisa.