3 | New Romantics

1.1K 138 63
                                    

"We're all here
The lights and noise are blinding
We hang back
It's all in the timing
It's poker
He can't see it in my face
But I'm about to play my Ace..."


。 ₊°༺ ✯♜ A S P E N♜ ✯ ༻°₊ 。

—Lamento no poder acompañarte, cariño.

La luz ilumina mi habitación apenas presiono el botón para abrir las persianas. Qué alivio, me sentía cavernícola en una cueva.

—Ah, está bien—respondo vagamente, presionando un par de veces el botón en este pequeño control cuando las persianas se quedan a la mitad, nada sucede así que me acerco para abrirlas manualmente, apenas recuerdo seguir contestándole a Gigi—Tranquila.

Sus bonitos ojos azules se ven tristes, y sus largas pestañas se mueven cuando parpadea con rapidez. Trato de esquivar su mirada acomodándome la corbata pero como hoy no tengo muchas neuronas disponibles, olvidé que también puede verme a través del espejo.

—Estás molesto conmigo, ¿no es así? —dice de pronto, lento.

Siempre me pregunto de dónde saca tan raras conclusiones.

—¿Qué? No, linda—respondo con cautela, todas las veces que me pregunta eso es porque hizo algo malo y se siente culpable—¿Por qué lo preguntas?

Suspira, la veo levantarse de la cama y venir con pasos lentos hacia mí para abrazarme por detrás.

Odio que haga eso.

No me muevo por un par de segundos, y no planeaba hacerlo pero la escucho sollozar.

—Oh... Gigi, no llores, ¿qué pasa?

Me había girado para consolarla pero ella se aleja. El maquillaje se ha derretido sobre su rostro, aprieto los labios para no soltar la tremenda carcajada que hubiera salido de mí. Es que parece un payaso.

Un payaso derretido y triste.

Me voy a ir al infierno.

—Aspen...—suspira, con una voz apenas audible.

Ah, no.

Sé lo que significa ese tono. Sonó igual la última vez que me pidió perdón de rodillas por engañarme con Robert Lapresse, su novio de preparatoria.

La miro tratando de que parezca que me importa, pero creo que nadie es capaz de fingir a este nivel.

—Te juro que no quería hacerlo...nos encontramos en un evento de otro de mis clientes y...y yo sólo...

No me dolió su traición. Ni siquiera la primera vez. Robert me odia, pero he visto cómo la mira. Nunca pensé que alguien pudiera apreciar realmente la personalidad explosiva de Gigi hasta que fuimos a ese evento y mientras yo me pasé las siete horas que duró huyendo de las cámaras, Robert y Gigi estuvieron en una animada conversación en la que parecía que el mundo a su alrededor había dejado de existir.

Creo que jamás he sentido eso con ella.

Ni con nadie.

—Gigi...—susurro, acercándome para limpiar sus lágrimas, ella me mira y le sonrío—No pasa nada.

—¡Claro que pasa! —exclama, me hace sentir extraño que ella sufra más por esto que yo. Rozo suavemente su cabeza un par de veces, sólo dejo de hacerlo porque creo que parece que estoy acariciando a un perro—No te mereces esto, Aspen...lo siento mucho, en verdad.

Gigi y yo estamos juntos desde la universidad, así que es casi imposible que no sepa cuando realmente está arrepentida. Esta es una de esas veces, cuando casi se tira al suelo a rogarme que la perdone. Pero no, he intentado romper con ella muchísimas veces y siempre sucede algo o termina convenciéndome de que no es una buena idea porque "debemos seguir siendo la pareja perfecta para la prensa", "es lo mejor para la compañía" y "los negocios de nuestros padres deben mantener una buena imagen de unión"

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora