Cita

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。 ₊°༺ ✯ ♜ A S P E N ♜ ✯ ༻°₊ 。

—Gigi, ¿no crees que es muy temprano para esto?

Doy tres pasos fuera de mi habitación antes de darme cuenta de mi error. Uno pensaría que podría estar paseando sin camiseta en mi propio apartamento sin tener problemas, pero al parecer, el novio de Gigi no opina lo mismo.

El gran Legolas región siete en mi cocina. Qué gran honor. Justo lo que necesitaba para empezar bien el día.

—Ah, lo siento, creí que eras Gigi —comienzo, pero después me doy cuenta de lo que acabo de decir. Segundo error del día y acabo de levantarme—. ¡No! No es que siempre salga a recibirla así, es sólo que... Ah, lo siento.

¿Por qué soy yo quien se está disculpando? Él es quien llegó a mi casa sin invitación.

Además Gigi es mi ex novia, es decir... ya vimos todo lo que había que ver del otro.

Por supuesto que no voy a decirle eso, pero tampoco pienso vestirme sólo para darle el gusto. Tendrá que aguantar que prepare café sin camiseta, aunque siga mirándome como si quisiera golpearme con la cafetera hasta la muerte.

Escucho los tacones de Gigi y pronto aparece en la cocina, sosteniendo un ipad en el que parece estar escribiendo algo importante.

—Aspen, necesito que me confirmes si asistirás a... ¿por qué estás desnudo?

Me giro a mirarla indignado, pero sus ojos azules ahora están fijos en su novio detrás de mí.

—Son las seis de la mañana, Gigi. No tengo camiseta porque estoy en mi casa —me excuso. Sé que sueno bastante molesto y es que lo estoy, probablemente incluso más que Robert detrás de mí—. ¿Qué querías decirme?

De alguna manera se las arregló para escucharme desde mi habitación, a la que entró en algún momento sólo para traerme una bata que me advierte que debo ponerme con esa mirada que sólo ella tiene. Me río, pero lo hago, deslizándola lentamente por mis brazos para mostrarle a Gigi cuando termino, a pesar de que la prenda no cubre mi abdomen por completo. Ella sonríe y escucho a su novio lanzar un gruñido.

Mucha audacia para el chico que aceptó ser el amante de la que aún era mi novia. Yo debería gruñir, yo debería ser el perro rabioso.

Pero no, la verdad, nos salvó a Gigi y a mí de seguir fingiendo una relación que llevaba años más enterrada que mi abuela.

Eso fue un poco oscuro, lo siento. Me pongo de mal humor si no salgo a correr y el novio de Gigi arruinó mis planes.

—Entonces... necesito saber si asistirás a la apertura del restaurante del señor Layne —pregunta.

—Ah, tal vez. ¿Quién demonios es?

Ahora me está mirando como si fuera lento.

—Uno de los socios más importantes de KST, Aspen.

Ah.

Tal vez sí soy lento.

—Lo haría, pero... —trato de excusarme, buscando en mi mente una buena mentira que al final no es necesaria—. Hoy estaré todo el día en Craw Energy con Carter.

No necesito mirarla, sé qué cara puso.

—Ajá —dice, con un tono extraño—. Bueno... ambos tienen que comer, ¿por qué no lo llevas contigo?

Ahora creo que la lenta es ella.

—¿Quieres que lleve a nuestro mayor competidor al restaurante de uno de nuestros inversionistas?

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora