𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨

09; poderosa

PEDRI GONZÁLEZ POV;

Me levante lo mas rápido, habia pospuesto la alarma, y ni cuenta me había dado.

Mierda, mierda, mierda.—dije, poniéndome los pantalones.

Cogí las llaves y un Dulce de menta, ya que ni tiempo a desayunar me dio.

Hola, perdón.—dije, saludando al equipo.

Por suerte, Noa, llegó un poco mas tarde, supongo que su hija, que venia hoy, se arreglo demasiado.

Hola, ¿que tal?—dijo esta.

Ahora viene mi hija, que se ha dejado las llaves en el coche.—

Cuando entro, la vi, era como una modelo. Su pelo rubio y ondulado se movía sobre sus hombros, y su sonrisa impecable, destacaba.

Hasta que caí, era Maika, si, esa Maika.

Hola.—dijo ella, saludando a la mayor parte del equipo.

Saluda a Pedri hija, ¿no te acuerdas de el?—dijo su madre, ya que antes de que Maika y yo tuviésemos algo, yo era su futbolista favorito,

Hola.—dijo esta, con dos besos.

Hola, que tal.—pregunté.

Esta me sonrío, pero nunca me dio respuesta.

Vale, te voy a poner solo un poco de corrector, ¿si?—dijo Noa.

Perfecto.—

Veía como Maika me miraba a ratos, pero no se porque intuía que ya tenia algo con alguien.

Mama, ahora vuelvo, em, estamos peleándonos.—dijo, saliendo lo mas rápido posible fuera.

Vale cariño.—

Descanso, id a tomar algo.—dijo el director.

Yo fui a por una bebida, y tuve que salir del set, y en los bancos de fuera, estaba Maika, discutiendo con su novio.

¿Todo bien?—dije, mientras esta me miraba enfurecida.

El gilipollas de mi novio.—

Me senté a su lado, y esta me mostró la conversación.

¿Debo dejarle?—dijo.

No se, yo creo que te quiere por el sexo básicamente.—dije, mientras esta me miraba a los ojos,

Lo se, pero no se, le quiero.—

¿Pero el té quiere a ti?—dije, mientras esta escribía un mensaje de despedida.

¿Puedo?—dije, mientras me alzaba su móvil.

Escribi el mensaje de ruptura yo, ya que a Maika, no se le daba demasiado bien...

Me levante y le sonreí, mientras volvía al set.

En toda la sesión, pensé que Maika tal vez, si había madurado, pero sabía que era insegura, ese tipo de hombre, para lo segura que era ella, le iba a dañar su personalidad.

¿Que tal Mai?—dijo Noa.

Lo hemos dejado...—dijo.

Era notable que había llorado, pero quiso ocultarlo.

Amor, terminamos la sesión y tomamos algo, ¿si?—

Gracias mamá.—dijo esta, abrazándola.

Por alguna razón, Maika no era tan timida como antes, pero tampoco tan sociable, se cerraba a su círculo de conocidos, en los que yo no estaba incluido, y no salía ni hablaba a nadie mas de fuera.

Adiós Pedri, mañana te veo.—dijo Noa, una vez terminada la sesión.

A ti.—dije.—Adiós Maika.—dije con dos besos.

Pásala bien.—dijo ella.

Igualmente.—dije, con una sonrisa.

Vamos al café de aquí al lado, y me cuentas.—dijo Noa, mientras entraban en el coche.

No se mamá, creo que me quería para lo que me quería.—dijo Maika, siendo interrumpida por el cierre de la puerta del coche.

No quería ser demasiado cotilla, pero su coche estaba enfrente del mío, y era inevitable no enterarse, y menos si era de un tema que me interesaba y acababa de contribuir.