11; siempre me buscas

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¿No trabajas hoy?—dijo Maika, preguntándole a su madre

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¿No trabajas hoy?—dijo Maika, preguntándole a su madre.

No, mañana hay sesión a las 19:00, ¿vienes?—dijo ella.

Si, si.—

Cuando Maika se tumbó en la cama le llegaron dos mensajes.

Uno era de Alvaro, y otro de...¿Pedri?

El de Alvaro le suplicaba que volvieran, que cambiaría, que lo decía enserio.

El de Pedri, realmente no fue un mensaje, fue una notificación.

A pedri le ha gustado tu historia.

¿Te vienes?—dijo Gabriela.

A donde vas.—respondió, seria.

A hacerme las uñas.—

Vale.—aún sorprendida por la notificación
Maika no se hizo gran cosa, simplemente algo estiloso, pero tose agobio porque tenia que repasar para la carrera. Por mas que haya entrado a la carrera, sabia que el instituto era diferente que la uni.

Hola eh.—dijo una voz un tanto familiar.

Cuando se giró, vio a Pedri, sonriéndola.

Ay, perdón, iba empanada.—dijo esta, riendo.

Si, si. Seguro.—

Que si.—dijo.—hola.—saludo a Gabriela.

¿Para donde vas?—dijo Maika.

A entregar este traje a la tintorería.—

¿Por?—dijo.

¿Tienes prisa?—Maika preguntó.

No.—dijo.

¿Puedo ir?—dijo Maika.

Perfe.—dijo riendo.

Gabriela ni se despidió, se fue.

¿Estáis peleadas?—preguntó.

No se, es mi hermana pequeña, nadie sabe que le pasa.—dijo Maika.

Oye que yo soy el pequeño.—dijo este.

Supongo que eres la excepción...—

Cuando llegaron a la tintorería, Maika espero fuera, mientras que este daba el traje.

¿Te vienes a mi casa?—dijo.

Nunca he estado.—

Maika. Haz memoria.—dijo recordándole aquella escena en la cocina.

Mierda, es verdad.—dijo, riendo.—La verdad yo te tenia muchas ganas ahí.—

Maika no se cortaba, era directa, y una de esas cosas era las que le atraía a Pedri.

Era mutuo, solo que ilegal.—dijo Pedri.

La verdad que si.—

¿Esta Fer?—dijo Maika, entrando a la casa.

No, se ha ido con su novia.—respondió.

Están todos apañados.—dijo Maika, mirando los cambios de la casa.

Ambos se sentaron en el sofá para disfrutar de algo.

Mierda.—dijo Maika, mirando su pierna.

¿Que te ha pasado?—pregunto, mirando su rodilla algo morada.

Me caí en clase...—dijo esta.

Que tonta eres.—dijo este.

Joder, estas para hablar Rey.—dijo Maika, mientras que instantes después, Pedri le levantaba la pierna y se la apoyaba sobre su regazo.

Gracias.—

Maika, yo te voy a ser directo.—dijo Pedri.

Di.—

Me gustas y es que te veo buenísima. Me caes bien, y la verdad, podemos hacer de esto, amigos con derecho a roce. Te lo digo así, porque te lo noto.—dijo Pedri.

Que directo, pero si. Nos renta.—dijo esta.

Pedri puso la mano sobre la cara de Maika, besándola.

Ven.—dijo Pedri, subiendo a Maika sobre ella, on con la ventaja de que ya tenia una de sus piernas encima suya.

Ambos se siguieron besando, y Maika notaba la ereccion de este, mientras que Pedri, la impulsaba con pequeños saltos.

Me tengo que ir.—dijo Maika, tras mirar su móvil.

Ten cuidado.—dijo Pedri.

Ay mira, si te preocupas por mi y todo.—dijo Maika, picando a Pedri.

Pedri se despidió de ella con un beso. El pacto que habían hecho, era básicamente, besos y sexo sin sentimientos, se atraían, pero no se veían en nada serio.

𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora