𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨

17; threesixty

Pedri hoy jugaba contra las palmas en Canarias.

¿Quieres las entradas?—dijo Pedri.

Vale.—acepto Maika.

Maika y Pedri llegaron al estadio, este dejó a su amiga en las gradas, y el se dirigió a el campo.

¿Y la nueva quien es?—dijo Ferran, mirando a Maika detenidamente.—Me suena.

Es Maika.—

¿¡Que!?—dijo, sorprendido.

¿Estáis juntos otra vez?—

No, no...me gusta mucho, pero no somos nada.—dijo Pedri mientras Ferran se reía de él.

Uyy, nunca he visto a un Pedri enamorado.—

¿Te puedes callar un mes?—dijo este.

¿Y que hace con su vida ahora?—preguntó.

Pues acaba de cumplir 18, creo que está en periodismo.—

Bueno, si tienes suerte puede que te entreviste.—dijo.

Quien sabe.—

Empezó el partido, y Maika, mas pendiente que nunca de Pedri.

Maika poco a poco se iba percatando de sus sentimientos. Al no querer tanto sexo, se dio cuenta que estaba 'enamorada' de pedri, algo que le repulsó instantáneamente.

'Que puto asco, ¿otra vez?'—pensó.

Pedri marcó gol, y digamos que no fue muy discreto...

Este hizo una "m" con su mano, y a Maika, por mas que le encantas ePedri, se murió de vergüenza.

¿Porqué?—preguntó Maika al aca bar el partido.

Porque sabía que te ibas a molestar, y lo he conseguido.—

Si, si. Pesado.—dijo esta, algo mas borde, ya que le costaba admitir que le gustaba su supuesto amigo con derechos, y que probablemente a él no le gustase ni una mica.

Uy, estas borde.—dijo, dándose cuenta.

Lo siento.—dijo disculpándose.

Ellos tenían suficiente confianza, pero no como para hablar de sus sentimientos con total libertad.

Llegaron a casa sobre las 23;30, un poco más tarde de el final del partido, ya que entre el trayecto y el hablar con los compañeros, hizo tiempo.

¿No te vas a ir a la cama?—dijo Pedri recién salido de la ducha.

No, aún no.—dijo, dejando el móvil.

¿Tu hermana y tu madre están ya en la cama?—prguntó.

Si, si. Cuando llegamos ya estaban dormidos, ¿y tus padres?—

En casa de mi tía, hoy dormían ahí.—dijo.

¿Les molestamos?—preguntó.

No, no. Solo querían pasar un día ahí.—

Pedri puso la televisión, mientras esta, la veía junto a él.

¿Te gusta el hormiguero?—

Si, si. Vi cuando fuiste.—respondió.

Este se rio, mientras ella cogía su teléfono.

Pasaron las horas, y dieron las 3a.m.

Me voy a ir ya...—dijo Maika.

¿Ya?—

Mira la hora, anda.—dijo esta, enseñándole el móvil.

Ostia.—dijo, apagando la tele y yendo a su cuarto.

El cuarto de Maika estaba al fondo a la derecha, mientras que el de Pedri y su hermano, estaba al fondo izquierda.

Buenas noches Mai.—dijo este.

Buenas noches Pepi, descansa.—dijo está entrando a su cuarto.

Se quedo parada un segundo, y Pedri aun seguía mirándola.

Esta se dio la vuelta, y con sus manos en la cara, acariciandolé, le besó.

Adiós.—dijo este mientras le sonreía, soltándole la mano.