𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨

14; no hay que decir nada

Pedri conoció a la familia de su supuesto amigo con derecho.

Eran bastante majos y acogedores.

¿Te vienes a la piscina Maika?—dijo este mientras ella se lo pensaba.

Venga Maika...—dijo este, poniéndole ojos de cachorrito.

Bueno...está bien.—dijo esta, yendo a cambiarse.

Maika se apresuró para ponerse el bañador, mientras Pedri y sus padres, le esperaban.

Ya estoy.—dije, a su madre.

Noa y Gabriela habían salido a dar una vuelta, mientras que Maika se había quedado con la familia de su 'amigo'.

Ahora vuelvo mamá, voy a por la toalla.—dijo este, ya que se le había olvidado.

Las toallas estaban junto la bolsa de Maika.

Pedri despejó su toalla, y encontró una caja que decía 'para Pedri', habia fecha, y era de hace 2 años, cuando tenían 16 y 20.

Era una pulsera de acero, donde estaba grabado un corazón.

Se le ocurrió la idea de salir con ella, ya que según el, le hacía ilusión.

No has tardado nada Pedri hijo.—dijo Fernando, su hermano.

Y que tal Maika, ¿que piensas trabajar?—dijo Rosa, la madre de este.

Quiero estudiar periodismo, saque la nota justa en la sele para poder entrar.—dijo ella.

La novia de Fer es periodista.—dijo el padre de familia.

¿Y que tal?—dijo.

Bien, se paga bien sobre todo.—dijo, riendo.

Pasaron una tarde bastante cálida en la piscina, y la familia se iba, menos Pedri y Maika.

¿No venís a por un helado?—dijo Rosa.

Por mi no, muchas gracias.—dijo Maika.

Yo tampoco ma.—

Pedri y Maika se quedaron solos, y tampoco salieron de la piscina.

Que piensas.—dijo Pedri mientras cogía de la cintura a Maika.

¿Aquí?—dijo ella.

¿Tienes miedo?—dijo Pedri, sacando su brazo.

¿Como la has encontrado?—dijo Maika, viendo la pulsera.

Estaba en tu bolsa.—

Mierda, si que estaba enamorada.—dijo Maika.

¿Y ahora no?—dijo este.

Maika se acercó poco poco a el, para poder besarle.

Esto es un negocio amigo.—dijo esta, sin llegar a darle el beso.

Este se rio, mientras ella se salía de su baño.

Pedri y Maika, no pensaban en volver a tener una relación, ya que era demasiado arriesgado, y lo que ellos querían, era puro sexo.

No me puedes dejar así Maika.—dijo este, mientras con su brazo, apoyaba a Maika contra la pared.

¿Así como?—

Con ganas de darte entera.—dijo este.

Hazlo, que pierdes.—

Este no dudó en comenzar a desvestirla, y esta entró en pánico. Por mas que quería, nunca lo había hecho.

Mierda Maika.—pensaba ella.

Pedri, antes de nada...—dijo esta, yendo a decírselo.

Hizo mi ropa un montón, y sus pantalones otro.

Dejalo Maika, ya lo se.—dijo este.

Pedri se lamió los dedos, y apartó la ropa interior de Maika.

Déjame probar esto entonces.—dijo esta, refiriendose a su miembro.

Se colocó la ropa interior, y se fue acercando a el respectivo de Pedri.

Empezó a darle, mientras que este, sentado, ladeaba la cabeza, ya que entraba en placer.

¿Chicos?—dijo Noa, llegando a casa.

Mierda.—dijeron ambos mientras se vestían lo mas rápido e intentaban no reírse.