𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞 🅲🆁🅴🅴🆁,𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗹𝗲 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲,
𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 ̶F̶R̶A̶G̶I̶L̶, se WꓵƎꓤƎ
una historia en la que...->
𝐏𝐞𝐝𝐫𝐢 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫í𝐚 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫 𝐚 𝐏𝐚𝐛𝐥𝐨 𝐆𝐚𝐯𝐢...
una historia en la que...
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¿Quedamos antes del partido?—
Pedri me dijo eso, la verdad, no me esperaba nada de esto.
Hola.—dijo, con dos besos.
Hola, ¿que tal?—dije, con un abrazo.
Yo era tímida, pero si se trataba de un posible futuro novio, no me lo hacía parecer.
¿Te vas a quedar a ver el partido?—
No, mañana tengo examen, de finanzas y...no lo llevo bien.—dije, mientras Pedri me miraba.
¿Esta tu madre en casa?—dijo.—¿Y tu hermana?
No, se han ido a Granada a ver a mi abuelo.—
Pues te ayudo, esa asignatura se me daba de lujo.—dijo Pedri mientras yo le miraba con una sonrisa.
Venga Maika, tu me dijiste que algún día me dejarías.—
Pedri y yo fuimos andando a mi casa, estaba al lado del estadio, y la prensa se centraría en el partido.
A ver, esto es prácticamente ver como se puede repartir el dinero entre estas personas.—dijo.
Vale, ¿y ya está?—
¿Que mas quieres?—dijo.
No se, es muy corto.—
Me llego un mensaje de Mitch en ese instante. "Has estudiado?"
Esto entre nosotros Maika, se que no ha habido nada raro, pero la gente especulará.—dijo Pedri, adviertiendome.
Tranquilo. No ha pasado nada, ni he dicho nada.—dije, apagando el móvil.
¿Me puedo quedar hasta que acabe el partido?—dijo Pedri mientras yo asentía.
Pedri se sentó en mi cama, en la que me senté yo instantes antes.
¿Tienes cosquillas?—dijo, pinchándome la cadera.
Yo tenia, y DEMASIADAS, me daba vergüenza reírme delante de Pedri, no se porque.
Pedri para.—dije, tras unas carcajadas.
¿Tu no tienes?—dije intentándolo.
No.—aseguró, cogiéndome la mano para que dejase de intentar.
¿Conoces a Ferrán?—
No, en plan, de oída si, pero nunca he hablado con el.—dije.
Pues un dia quedamos con Ferrán y Gavi para jugar a algo.—
Por mi vale, cuando quieras.—
Ya eran las 19;35. El partido acabo, y mi familia estaba a punto de llegar.
Pedri, mi familia llega en nada.—dije mientras este miraba la hora.
Si, aparte ya acabo el partido.—
Gracias Maica.—dijo, con un abrazo, que me dejó su colonia abrasadora de Prada.
La verdad, aparte de habérmelo pasado bien, pedri me había enseñado muchas cosas, y me ayudó a centrarme en el examen de mañana, me fui a dormir con toda la satisfacción del mundo, era muy majo, guapo, y me ayudaba.
¿Maika Rey?—dijo la profesora.
Aquí.—
La profesora me entregó el examen, y en cuanto me lo dio, yo entre en pánico, ya que de primeras, me perdí.
