𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨

26; caritas tristes

Maika y Pedri estaban separados, más que nada porque el estaba 1 mes en canarias, y Maia tenía exámenes de la uni.

¿No quedas con Pedri?—pregunto Noa.

No mamá.—

¿Estáis saliendo?—preguntó ella, sentándose al lado de su hija.

No.—

Maika sabía que era mentira, pero Noa sabía que lo era, aún más.

¿Podemos hablar?—dijo Maika.

Dime.—respondió Pedri, preocupado a través del teléfono.

Creo que esto...no da a más. No puedo estar sin ti, y no creo que sea bueno.—

Mañana iré a verte. ¿Porqué piensas eso?—dijo este, al borde del llanto.

Porque te echo de menos, y no me gusta estar así.—

Pues, es paciencia Maika...—dijo

En este tipo de cosas, Pedri se daba cuenta de la edad de Maika y su madurez, por mas que la quisiera, esos comportamientos le molestaban.

¿Me firmas?—dijo un fan mientras este estaba estresado por su novia.

Si, claro.—dijo con humildad, ya que él alguna vez, fue uno de esos fans.

Pedri llegó a casa de Maika, y pegó a la puerta.

Ay, hola Pedri.—dijo Noa.

Hola, ¿esta Maika?—preguntó, exhausto.

Si, pasa.—

Pedri paso, y vio a su novia estudiando junto a sus gafas, algo que le pareció tierno.

¿Se puede?—dijo, pegando en su puerta.

Esta se giró, y para su sorpresa vio a su novio.

¿Pedri?—dijo esta, yendo a abrazarle.

Estos se besaron, y por casualidad, Noa, paso de largo.

Esta les sonrío y paso del tema.

No tendrías que haber venido.—dijo ella.

Quería verte.—dijo, cerrando la puerta.

Maika se sentó de nuevo a estudiar, pero esta vez junto a su novio.

¿Que asignatura es?—

Mates aplicada a ciencias.—respondió esta.

Mierda, mates es horrible.—

Si, lo sé.—dijo esta, cerrando el cuaderno.