16; tiene una razón.

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MAIKA REY POV;

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MAIKA REY POV;

Pues si, no se, creo que me gusta Fer, pero tiene novia...—dijo mi hermana.

No se, si a el le gustas, tiene que dejarlo con su novia.—

Ya, la verdad que si.—afirmó Gabriela.

Hoy era el primer día de la sesión de fotos, y Pedri nos llevo a mi madre y a mi junto a el.

¿Prefiere el cuello que se note o no?—dijo mi madre, colocándoselo.

No, se, como quede mejor.—

Pues así

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Pues así...—dijo mi madre mientras pedri le sonreía.

Pedri posaba, y a ratos me miraba y se reía.

¿Que tal?—preguntó mi madre a Pedri, mientras yo dejaba el móvil.

Había cortado con Marc Guiu, ya que no me daba las sensaciones que yo buscaba.

Bien, un poco aburrido, pero como siempre.—dijo este.

Llegamos a casa y me senté en la cama, Pedri se fue a su habitación.

No había pasado nada, simplemente que, no nos apetecía nada.

Maika, ¿quieres un té o algo?—dijo el padre de Pedri.

No, gracias Fer.—dije, sonriendo.

¿Os ayudo?—

Fui a la cocina y le ayude a preparar los tés y los cafés, ya que todos quiéran, menos yo.

¿Donde aprendiste a hacerlos?—dijo.

Trabaje en una cafetería.—respondí, añadiéndole leche condensada al café.

Este para Fer y Pedri, los otros 3 los llevo yo.—

Pegue en la puerta de la habitación y oí a Fernando reírse.

ahora no Maika...—dijo Pedri, mirando el móvil.

Pero tu eres tonto. Toma.—dije, dándole los dos cafés.

Me pareció una falta de respeto. No sé, ni a los ojos me miro hasta que le tire el café...

¿Puedo pasar Maika?—dijo Pedri mientras yo estaba tumbada en la cama.

Qué.—

Lo siento, yo...—dijo este, mientras yo me levantaba y me iba a el patio.

Maika, venga, no pongas esto tan difícil.—dijo.

Era para vacilarte vale, no te rayes tanto.—dijo este mientras yo recapacitaba

Lo siento. Es que, lo he dejado con Marc y no sé, estoy rayada.—

¿Damos un paseo?—propuso.

Vale.—

Pedri me llevo a un bosque que había detrás de su casa, donde se apreciaba perfectamente el cielo junto a las estrellas.

Ambos nos sentamos en unas rocas, y nos tumbamos a ver el cielo.

¿Viste esa estrella?—dijo mientras yo sonreía.

Son bonitas eh.—

Me acerque al pecho de Pedri, donde apoye mi cabeza.

Este rodé su brazo en mi hombro, algo bastante acogedor.

𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora