Parte 18 Reflejos de una Noche Inusual

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Mientras el sol comenzaba a asomar por el horizonte, me desperté en el cuerpo de Vicky, sintiendo la incomodidad de la noche anterior y el peso de mis pensamientos. Me duché rápidamente para despejarme y prepararme para el día. A pesar de todo, había algo en el aire que me hacía sentir nervioso por la conversación que se avecinaba.

Cuando finalmente salí del baño, me encontré con Vicky, quien había llegado cansada anoche tras salir con mis amigos. Ella estaba sentada en la sala, claramente esperando la oportunidad de hablar sobre la pijamada. Su expresión era una mezcla de curiosidad y preocupación.

—Buenos días —dije, tratando de mantener un tono casual mientras me dirigía hacia ella.

—Buenos días, princesa —respondió Vicky con una sonrisa que parecía estar cargada de significado. —Mis tíos me comentaron que fuiste a una pijamada, así que... ¿Cómo te fue?

Me detuve en seco, sintiendo una oleada de nervios. Sabía que tenía que ser honesto, pero no estaba seguro de cómo abordar el tema sin revelar demasiado. Aún no sabía si Vicky había notado algo raro en mi actitud o si simplemente estaba interesada en cómo había pasado la noche.

—Fue... interesante —empecé, tratando de encontrar las palabras correctas. —Las chicas se relajaron bastante, y la atmósfera fue... diferente a lo que estoy acostumbrado.

Vicky se inclinó hacia adelante, su interés evidente. —¿Diferente en qué sentido? ¿Hubo algo que te sorprendiera?

Sentí un nudo en el estómago. —Bueno, fue... una experiencia nueva. La dinámica entre ellas y la forma en que se comportaban era algo que no había visto antes.

Vicky arqueó una ceja, como si estuviera evaluando mi respuesta. —¿Y cómo te sentiste al respecto? No te imagino en una situación como esa.

Me tomé un momento para formular mi respuesta. —Fue un poco incómodo al principio, pero también había una parte de mí que estaba intrigada. Ver a las chicas tan seguras de sí mismas y cómodas en su piel me hizo cuestionar muchas cosas.

Vicky asintió, como si estuviera comprendiendo algo. —¿Y cómo te sentiste con la dinámica de grupo? ¿Te sentiste parte de la conversación y el ambiente?

—Sí, en cierto modo —dije, tratando de ser honesto. —Las chicas estaban bastante abiertas y amistosas, lo que me hizo sentir incluido. Pero también había una parte de mí que se sentía como un intruso en ese entorno.

Vicky me miró con una mezcla de empatía y curiosidad. —Entiendo. Debe haber sido una experiencia bastante intensa.

Decidí que era el momento de ser más directo sobre mis propios sentimientos. —Sí, lo fue. Y, para ser sincero, no estoy seguro de cómo sentirme al respecto. La experiencia me ha dejado con una sensación de confusión y una mezcla de emociones.

Vicky se quedó en silencio por un momento, como si estuviera procesando la información. —Bueno, todos enfrentamos desafíos cuando estamos en situaciones nuevas. Tal vez lo más importante es cómo manejas esos sentimientos y cómo te adaptas a la situación.

La conversación continuó con un tono más introspectivo, con Vicky y yo compartiendo nuestras perspectivas sobre la vida en los cuerpos del otro. La noche de la pijamada había sido una experiencia reveladora, pero también había servido para que ambos reflexionáramos sobre la complejidad de nuestras vidas actuales.

A medida que avanzaba la mañana, sentí que la conversación con Vicky había sido un paso importante hacia la comprensión de nuestra situación. Empezaba a ver a Vicky como alguien confiable y poderosa, una confidente que podría proteger y ayudar a mis inseguridades.

Devuélveme mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora