Parte 2 Mi primera noche como mujer

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Estaba petrificado. Mis tíos Óscar y Paty (ahora mis padres) estaban a punto de entrar a la casa, mientras yo solo pensaba en cómo actuar como su hija Vicky sin levantar sospechas.

— Llegamos, princesa, ¿nos extrañaste? — decía mi tío Óscar.

— Claro que sí, tío... Papi, los extrañé mucho — respondí. Me costaba trabajo hacerme a la idea de que ellos no son mis tíos, al menos no mientras tenga el cuerpo de Vicky; ahora son mis padres (hacía una nota mental).

— Aunque saben — continué —, mi primo Adrián cuidó muy bien de mí y de la casa — les decía a mis nuevos padres.

— Y por cierto, ¿dónde está él? — preguntó mi tía Paty.

— Emmm... (Demonios, había olvidado que había mandado a Vicky en mi cuerpo a masturbarse.)

— Se sentía un poco mal del estómago, ma, creo que fue por tu guisado y lleva un rato en el baño — respondí.

— Eso explica esos ruidos y gemidos tan raros que provienen del baño — decía mi nuevo papá.

— Sí, seguro es eso — decía nervioso —. De hecho, estaba pensando, mi primo está enfermo y ya es algo tarde para que regrese a su casa. ¿Podría pasar la noche aquí? — pregunté a mis nuevos padres.

— ¿Cómo decirle que no a mi princesa? Por supuesto, puedes ponerle una colchoneta en tu cuarto y que duerma ahí. Así aprovechamos y que mañana él te lleve a la escuela temprano; después de todo, le queda de camino a casa — dijo Óscar, mi nuevo papá

— Eres el mejor papi — decía mientras le daba un beso en el cachete (pensé que esto es lo que mi prima haría)

— Bueno, princesa, te dejamos. Tu mamá y yo vamos a descansar, pues mañana debemos ir temprano a trabajar y ha sido un día cansado. Me saludas a tu primo en cuanto salga del baño y dile que gracias. —

—Sí, claro, yo le digo a Vick... Yo le digo a Adrián— decía algo nervioso.

—Ok, nos vemos mañana, mi amor—. Mi tía Paty me dio un beso en la frente, y ambos subieron por las escaleras.

—Fiu, estuvo cerca— decía en voz baja. —Bueno, Adrián— pensaba —si pudiste engañar a tus tíos haciéndoles creer que eres su hija, puedes engañar a cualquiera. Y, por cierto, Vicky ya tardó demasiado—.

Toc, toc — ¿Te encuentras bien?

—S... Sí, solo limpio esto y salgo. Demonios, ¿por qué esto es tan pegajoso? — se quejaba. Por mi parte, no podía evitar reír un poco.

—¿Qué te da risa, tonto? — me confrontó mi prima al salir del baño.

—¿No por nada, y por cierto, sube el cierre de tu pantalón.

Mi prima se sonrojó de vergüenza.

— Ni una palabra de lo que pasó ahí adentro, ¿entendido? Bueno, ¿y ahora cuál es el plan, genio? - preguntó mi prima.

— Pues, por lo pronto, pedí permiso a mis... tus padres para que duermas aquí esta noche. Así podremos prepararnos para nuestro primer día mañana siendo el otro - comenté.

— Pues yo espero que para mañana pueda despertar de esta pesadilla. No me gusta nada estar en este cuerpo tan descuidado - decía Vicky. No pude evitar sentirme algo mal, aunque Vicky tenía razón; debido a mi estilo de vida, estaba algo fuera de forma y mi cara, sinceramente, estaba algo demacrada.

-Pues tampoco creas que para mí es fácil estar en tu cuerpo de niña preadolescente - contesté un poco indignado. - Estos senos no dejan de moverse, además es imposible mantener el equilibrio y ni hablar de la ropa tan ajustada; se siente tan rara. Y ahora que lo mencionas... - recordé de repente - tus padres me dijeron que mañana tengo escuela, lo que significa ¿que yo tendré que ir a la secundaria en tu lugar?

Devuélveme mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora