◦•●◉𖤓| Capítulo 1 |𖤓◉●•◦

270 40 4
                                    

Jimin entró en el salón de baile con un suspiro silencioso, sentía el peso de la mañana aún colgando de sus párpados. La bruma del sueño nublaba su mente, pero sabía que no había tiempo para ello; la clase de baile comenzaría, puntual como siempre, con o sin él.

La Señorita Choi, rígida como un reloj, ya estaba en el salón, escribiendo algo en la pizarra con su caligrafía elegante. Jimin la saludó con un leve movimiento de cabeza y se dirigió a su lugar en la barra, estirando sus músculos adormecidos mientras intentaba despejar sus pensamientos.

La clase comenzó con la rutina habitual. Los estudiantes seguían la coreografía que la Señorita Choi marcaba, cada paso tan exacto y preciso como un latido. Jimin se concentró en cada movimiento, buscando perfección en cada giro y salto. Pero por mucho que lo intentara, había algo que no podía ignorar: la presencia de Jeon al otro lado del salón.

Jungkook, con su sonrisa despreocupada, parecía disfrutar cada momento. Reía y bromeaba con sus compañeros, su energía chispeante iluminaba la sala. Cada carcajada que escapaba de sus labios hacía que la piel de Jimin se tensara con irritación.

La Señorita Choi rompió el flujo de la clase, dividiendo a los estudiantes en parejas para un ejercicio de confianza. Jimin sintió un nudo formarse en su estómago cuando se dio cuenta de que su compañero era Jungkook. Su corazón se hundió, arrastrado por una mezcla de frustración y nerviosismo. No quería estar cerca de él, pero sabía que no tenía otra opción.

-Vamos a empezar -anunció la profesora con voz firme -Recuerden, la clave es la confianza.

Jimin y Jungkook se miraron fijamente, y por un instante, el mundo pareció detenerse. La rivalidad entre ellos se desvaneció por un breve segundo, como el eco de una tormenta que se aleja. Pero cuando el alfa extendió la mano para tomar la suya, Jimin sintió una oleada de rechazo y dio un paso atrás, mostrando una expresión endurecida.

-No me toques -dijo el omega en un susurro afilado, su voz baja pero cargada de tensión.

El pelinegro alzó una ceja, su sonrisa apenas vacilante. -Como quieras -respondió con un tono de indiferencia. Pero había algo más en su mirada-. Pero si te caes, no digas que no te advertí.

Jimin se mordió el labio, enfocándose en la tarea. Quería ignorar al alfa, borrar su existencia de su mente, pero era imposible. Podía sentir su mirada sobre él, quemándole la piel como el sol del mediodía.

La tensión entre ellos era palpable, como una cuerda tirante a punto de romperse. La historia que compartían era un laberinto sin salida, una serie de momentos tensos y palabras no dichas.

Con la señal de la Señorita Choi, la música comenzó, y Jimin se movió automáticamente, dejando que el ritmo guíe sus pasos. Pero Jungkook parecía tener otras intenciones, cada movimiento suyo parecía diseñado para provocarlo, para empujarle al límite. La sincronización se rompió cuando el omega tropezó en un paso, y antes de que pudiera recuperar el equilibrio, sintió la mano de Jeon agarrar su brazo con firmeza.

-¿Qué estás haciendo? -espetó, sacudiéndose del agarre, su voz más alta de lo que pretendía, teñida de rabia.

Jungkook sonrió, una curva perezosa en sus labios. -Solo trato de bailar -respondió, con ese tono sarcástico que Jimin odiaba tanto.

La clase finalmente terminó, pero el rubio no se sintió aliviado. Sabía que la tensión entre él y Jeon no había hecho más que comenzar. Cada mirada, cada palabra era un preludio a algo más grande, algo inevitable. Y aunque no quería admitirlo, una parte de él no podía esperar a ver qué pasaría después.

 Y aunque no quería admitirlo, una parte de él no podía esperar a ver qué pasaría después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando el Sol y la Luna Danzan - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora